Yaoi: El manga gay homoerótico japonés creado para poner cachondas a las chicas hetero

Yaoi: El manga gay homoerótico japonés creado para poner cachondas a las chicas hetero

Yaoi es la abreviatura de yama-nashi ochi-nashi imi-nashi que, traducido al español significa ‘sin clímax, sin resolución, sin sentido’. También es conocido como Boys’ Love, un término muy popular japonés que define la representación artística, erótica o romántica de relaciones de amor homosexual entre dos varones aplicado a los animes y los mangas. Son historias creadas y orientadas generalmente para el público femenino. Es el arte contrapuesto a su otra rama que se llama Bara y está enfocado más hacia el público masculino o manga gay, por y para hombres.

Las fans de Yaoi están convencidas de que las historias no son gays a pesar de que representan escenas de sexo gráfico entre dos hombres y relaciones homosexuales. Las personas LGBTI han estado representadas en la cultura pop desde hace muchas décadas pero este género de narración gay tiene la peculiaridad que atrae a un publico diferente con cómics (anime y manga como se les llama en Japón) cuyas historias se centran en el “amor entre chicos” y los cuentos homoeróticos.

Lo curioso es que la mayoría de los relatos Yaoi están escritos por mujeres heterosexuales para un público femenino representando ideas heteronormativas de romance con el siguiente argumento: Un personaje siempre más masculino, a menudo llamado el lanzador (seme), y otro hombre que tiende a mostrar características más femeninas y que se conoce como el receptor (uke). Algo similar de lo que se conoce como gays activos y pasivos. Muchas de las imágenes del manga muestran imágenes de amor romántico, pero también escenas de sexo gráfico.

Ambos términos, seme y uke, se originaron en las artes marciales. Para la audiencia japonesa los términos de las artes marciales tienen un especial significado como un «arquetipo» de las relaciones del mismo sexo entre hombres, similares a las que tenían antiguamente los samuráis y sus acompañantes. En las historias románticas, el seme y el uke son altamente idealizados y mezclando las cualidades femeninas y masculinas.

Yaoi es un gran negocio en Japón y recauda alrededor de 120 millones de dólares (Más de 111 millones de euros) al año. Una de las aficionadas de este arte llamada Fujoshi se define a sí misma como “chicas sucias” (“rotten girls” que vendría a significar como chicas podridas en el sentido literal de la frase) y que argumentan que  reconocen el verdadero amor en su forma más pura en el Yaoi.

“Dado que el matrimonio homosexual es ilegal en Japón, el amor gay es en cierto sentido un tabú. Nosotras, las mujeres sucias reconocemos que la homosexualidad existe y es hermosa”, explica Fujoshi en la serie documental Gaycation.

Los hombres gays en Japón, por otro lado, están en conflicto sobre si está bien que las mujeres heterosexuales escriban erótica gay. La mayoría de los comentarios en los foros online argumentan que mientras las autoras Yaoi fetichizan a los hombres gays, rara vez se refieren a los hombres con el término gay sino más bien como “dos personas enamoradas”.

Yaoi tampoco aborda los problemas reales como la homofobia y, a menudo, retratan la violación y el sexo forzado como una “muestra de amor apasionado”.

No debería sorprender que las mujeres se apasionen por historias de amor sobre hombres según el escritor Mark McLelland: “En Japón, como en otras partes, los hombres parecen tener mayor licencia para experimentar con la sexualidad que las mujeres. ¿Por qué el interés de los hombres por el “lesbianismo” se da por sentado, mientras que el interés de las mujeres por la homosexualidad masculina necesita algún tipo de interpretación?”, escribió.

Los fans de Yaoi tiene claro que no están interesadas ​​en las opiniones de los hombres gays porque argumentan que no tiene nada que ver con ellas: “Boys’ Love no es gay, esto es lo más importante que debes saber. Cuando existe un amor entre un chico y una chica, el lector automáticamente tendrá empatía con ella. Cuando son dos chicos, el lector se involucra en la historia siendo una tercera persona que lo ve desde fuera”, dijo Fujoshi Hana al Daily Beast.

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