Una escuela de idiomas: Un lugar de acogida seguro para los refugiados LGBTI de Siria e Irán en Alemania

Una escuela de idiomas: Un lugar de acogida seguro para los refugiados LGBTI de Siria e Irán en Alemania

El mundo se tambalea después de que el presidente norteamericano, Donald Trump, firmó la prohibición para que los refugiados e inmigrantes de Siria, Irán, Irak, Libia, Somalia, Sudán y Yemen, países de mayoría musulmana, se les prohíba la entrada en el país bajo la orden ejecutiva de ser deportados. Una ley que ha tenido la respuesta negativa de miles de ciudadanos este fin de semana que se han manifestado en diferentes aeropuertos estadounidenses (de Chicago a Nueva York y de San Francisco a Dallas) para protestar y que han convertido en una heroína a Ann Donnelly, la jueza del tribunal del Distrito Sur de Nueva York, en Brooklyn, que ha logrado paralizar parcialmente la medida por ser abusiva.

La citada Ley tuvo sus efectos devastadores para la comunidad LGBTI como un gay iraní con su visado en regla que fue a un crucero gay y volvió a los Estados Unidos para ser detenido. Mientras que en Estados Unidos el aislamiento y la prohibición de los refugiados está teniendo un efecto aterrador, hay un lugar en el mundo que está haciendo un esfuerzo para proteger a los refugiados LGBTI de todos estos daños.

La Federación de Lesbianas y Gays de Alemania (Lesben- und Schwulenverband in Deutschland o simplemente LSVD) con sede en Berlin ha lanzado cursos de idiomas para solicitantes de asilo, en un esfuerzo apoyado por el Fondo Europeo de Asilo, Migración e Integración.

“Muchas de estas personas han sufrido un odio extremo en sus países de origen”, dijo Caroline Winkler, una trabajadora social que dirige el grupo, a QueerSpiegel. “También experimentan intimidación fuera de sus hogares”, subraya.

Las clases permiten a los inmigrantes LGBTI ser ellos mismos y aprender a vivir en Alemania sin problemas y con autonomía ya que el idioma es un gran handicup para su adaptación. Entre los estudiantes hay una mujer trans de 22 años, originaria de Siria, que desconocía por completo el alemán antes de acudir a las clases. “Podemos entregar nuestros folletos en alojamientos para refugiados y llegar a nuestro grupo objetivo en términos concretos”, agregó Semiramis Ceylan-Ahlborn. “Muchos no saben que hay una oferta de curso. Aunque la política de información es parte del problema. Aquí pueden ser ellos mismos. Para los refugiados trans y homosexuales, a veces es arriesgado darse a conocer, porque podrían llamar la atención. Y a menudo ocultan su sexualidad. Piensan que pueden vivir en paz en Alemania y luego se dan cuenta de que no es verdad”, explica la joven.

La Federación de Lesbianas y Gays de Alemania (LSVD) originalmente fue fundada como la Federación de Hombres Gay en Alemania (SVD) en la ciudad de Alemania del Este de Leipzig en 1990, basándose en el movimiento democrático. En la antigua RDA para enmarcar la cuestión de los derechos de los homosexuales en términos de derechos civiles. En 1999 la organización se expandió para convertirse en el LSVD, que pretende representar las cuestiones que enfrentan las lesbianas, así como los hombres gays.

El LSVD apoya y ayuda a la comunidad gay y lésbica con problemas de discriminación legal y social, la marginación y la violencia, y al mismo tiempo el objetivo de mejorar la situación de los derechos de gays y lesbianas en la sociedad alemana mediante la promoción de la emancipación personal, una mayor participación política y social y las oportunidades de plena integración en la sociedad.

¡Toma buena nota, Trump de cómo se deben hacer las cosas!

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