Una emprendedora lesbiana crea la primera app para búsqueda de empleo que hace frente a la discriminación

Una emprendedora lesbiana crea la primera app para búsqueda de empleo que hace frente a la discriminación

Blendoor es una aplicación creada por la emprendedora empresaria lesbiana del sector de la tecnología con sede en San Francisco, Stephanie Lampkin. La aplicación conecta a empleadores con potenciales empleados pero oculta el nombre de los solicitantes, sexo y origen étnico. “Hay un dicho que asegura que si tienes cerebro sobra el sesgo y la orientación”. Esta es la máxima de Lampkin para el desarrollo de esta app.

Según la empresaria, “En términos de contratación la traducción es que si tomas el curriculo y cambias el nombre de Joe a José verás una gran diferencia en la respuesta. Un estudio revela que tener un nombre que suena a estadounidense blanco, era el equivalente de tener más años de experiencia de trabajo adicional en la vida laboral. Así que lo que estamos haciendo al ocultar el nombre y la foto es dar oportunidades a las empresas para minimizar el sesgo inconsciente y centrarse en aquellas experiencias relevantes que aparecen en el papel que tienen delante como la trayectoria, la formación o la experiencia”, explica la empresaria.

Un estudio elaborado por profesionales de recursos humanos llevado a cabo por profesores de la Universidad de Chicago del Graduate School of Business y del Instituto de Tecnología de Massachusetts, revela que los nombres de personas blancas provocan alrededor del 50% más de una respuesta positiva para realizar entrevistas de trabajo que los nombres afroamericanos, por ejemplo, y lo mismo pasa con el colectivo LGTBI.

Lampkin ha realizado esta app basándose en su experiencia personal. Hija de madre soltera, se trasladó a vivir con una tía siendo niña a Washington DC. Y  fue su propia tía la que le inscribió en un programa de Ciencias de la Computación de la Universidad de Maryland: “Tuve la suerte de entrar en Stanford, donde me dieron un curso de gestión, ciencia e ingeniería y entré a trabajar para Microsoft durante cinco años y medio y allí me salió una oferta del MIT (Massachusetts Institute of Technology) para hacer un programas de Maestría en Administración de Empresas”, explica la empresaria.

Después Lampkin lanzó su propia aplicación de viajes pero la experiencia no funcionó y se encontró de nuevo echando solicitudes de empleo en las principales compañías de tecnología. Fue después de que fuera rechazada por varias compañías cuando se le ocurrió la idea de Blendoor. Estaba cansada de echar currículos y recibir respuestas en la que le aseguraban que era una de las mejores candidatas por su trayectoria profesional pero, por ser mujer, lesbiana y de color, los empleadores pensaban que podría ser más adecuada para un puesto de ventas o de marketing.

“En las empresas de tecnología en Silicon Valley el 2% de los trabajadores son negros, hay un 2% de latinos y un 70% de hombres reivindicamos que no podemos encontrar suficientes mujeres a pesar de estar más que cualificadas. Blendoor se creó de la motivación no sólo para conectar con reclutadores de talento que tengan mentalidad  abierta a la diversidad, sino para demostrar que no es un problema de escasez laboral. Mucha gente no consigue trabajo porque no responde al perfil convencional de los ingenieros típicos de software. Animo a la gente a que no pongan nada personal en su currículo porque no es relevante para su selección”, dice la CEO de Blendoor.

Lampkin lanzó en marzo Blendoor y una amplia gama de empresas de alta tecnología se han interesado por la aplicación tratando de ampliar la gama de empleadores destacados más allá del mundo de la tecnología en los próximos meses.

Las personas que registran sus datos en Blenddor para buscar un trabajo se les pide detalles tales como el origen étnico, la edad o el sexo pero no están a la vista de los empleadores y sólo a disposición de los responsables de la aplicación para las estadísticas y para cubrir las necesidades en función de las demandas.

Un estudio publicado este año en USA revela que las mujeres LGBTI son un 30% más propensas a ser llamadas de nuevo para trabajos de oficina y menos para puestos de mayor responsabilidad.

Lampkin dice que no cree que la gente debería tener que ocultar quiénes son, en particular las empresas que pueden recibir a solicitantes LGBTI: “Las empresas empleadoras que entran en Blendoor vienen específicamente porque quieren reclutar talento sin tener en cuenta la diversidad sexual sólo lo valía profesional y la preparación”.

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