Sacerdote gallego que se vistió como Hugh Hefner y simuló sexo con “conejitos macho de Playboy” pide perdón

Para que luego digan que la virgen drag ofendía a los creyentes católicos, hay curas que también tienen un gran sentido del humor y… no pasa nada. Juan Carlos Martínez, párroco de la pequeña localidad pontevedresa de Cuntis de apenas 5.000 habitantes, la ha liado parda a base de bien y le han “recomendado” un retiro espiritual. O sea unas vacaciones forzosas. Y es que fue enorme el revuelo que originó con su participación disfrazado de Hugh Hefner, el magnate creador de Playboy, junto a unos amigos ataviados como las famosas conejitas de la revista, durante los pasados carnavales.

Martínez salió a la calle vestido con la legendaria bata roja, gorra de capitán y puro que caracteriza a Hefner en un remolque tendido sobre una cama flanqueado entre dos hombres que llevaban medias de rejilla, falda de malla y coronados con orejas de conejo sobre coloridas pelucas. En un momento del desfile, uno de los conejitos macho saltó sobre el sacerdote (reconvertido a magnate) y comenzó a simular que practicaban sexo.

El lío se originó por algunas fotos del número que Juan Carlos y sus amigos realizaban en pleno desfile. Alguna de esas imágenes que han circulado por redes sociales llegaron a la vicaría de Pontevedra e incluso en la Archidiócesis de Santiago. Curiosamente frente al espanto del vicario y de ciertos sectores de la opinión publicada de Galicia con la actuación del eclesiástico, resalta la reacción de tranquilidad y normalidad con la que una mayoría de cuntienses han comprendido que lo hecho el cura Juan Carlos. De hecho, muchos feligreses no entiende el follón que se ha montado e incluso han salido en defensa del sacerdote diciendo que es el “espíritu del carnaval”.

El Padre Martínez ahora está buscando perdón por sus acciones y hasta ha redactado una disculpa formal en la que asegura: “Lo siento mucho a los que se han sentido ofendidos”. Un miembro de la diócesis de Pontevedra visitó la casa parroquial para pedirle explicaciones y darle una reprimenda por el incidente pero encontró a docenas de parroquianos de Cuntis reunidos fuera para defender al sacerdote: “Tales cosas suceden en el carnaval, es sólo un poco de diversión. Es un gran sacerdote y todo el mundo le quiere”, dijo un residente a la cadena Antena 3.

La archidiócesis ha acordado no tomar ninguna otra acción. Contrasta con el revuelo que se formó con el tema de la virgen drag de los carnavales de Canarias ¿dónde están ahora esos católicos que recogieron firmas para exigir dimisiones, propusieron hacer boicot a las firmas patrocinadoras, han metido a la fiscalía de por medio por si hubo ofensas religiosas y no perdonaron al drag Sethlas por su actuación a pesar de que pidió disculpas? está claro que la vara de medir de la Iglesia y de cierto sector más conservador de los creyentes es distinta en función de dónde venga la ofensa.