Presunta víctima del padre Román mantiene: “Me violó y abusó de mí durante años” y el arzobispo de Granada negó saberlo

“Jamás se me ha trasladado la más mínima sospecha de una conducta sexual inapropiada de este sacerdote, aunque sí he recibido “quejas” de los “procedimientos pastorales” del grupo de curas al que pertenece por ser hermético desde la vestimenta hasta las prácticas religiosas”, declaraba este viernes a Europa Press el arzobispo de Granada, Francisco Javier Fernández, a la salida de la quinta sesión del juicio contra el padre Román M.V.C., único acusado en el caso de abusos homosexuales más grande de los últimos años de la Iglesia católica en España. El arzobispo es responsable del expediente canónico que el tribunal ha admitido como prueba y al que la instrucción declaró como responsable civil subsidiario de los abusos del clan de los Romanones.

El arzobispo aseguró ante la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Granada que Román tenía una personalidad arrolladora con los jóvenes pero que nunca le ofreció ayuda para tapar los supuestos abusos que le contó el denunciante en agosto de 2014. El joven le dijo que le buscaban para tener relaciones homosexuales y que los sacerdotes “andaban desnudos por la casa” (entonces la supuesta víctima tenía entre 14 y 17 años de edad). El arzobispo ha contado que la Diócesis llegó a sufragar una factura por tratamiento psicológico al denunciante y le costeó los billetes para que fuera a Roma pero la supuesta víctima no viajó y escribió una carta al Papa, lo que provocó que la Congregación para la Doctrina de la Fe apartara como medida cautelar del ejercicio pastoral al padre Román y  a dos sacerdotes más.

Martínez, que pidió perdón “por sus pecados y por los de la Iglesia”, en su día tomó declaración a estos sacerdotes bajo secreto pontificio y sin revelarles la identidad de los denunciantes y reconoció que en la investigación llevada a cabo por la Iglesia definió la denuncia del joven como “verosímil” pero que el denunciante nunca le confesó práctica de masturbaciones, felaciones o penetraciones, y sí de que era invitado a dormir en la misma cama del padre Román y agregó que, de confirmarse los hechos, esto “explicaría ciertas actitudes del grupo”, que no contestaron cuando les ofreció formalizar esta comunidad de forma estatuaria, aunque también dijo que el denunciante le remitió correos “casi violentos” en los que le reclamaba 6.000 euros para costearse el tratamiento psicológico pero que se negó y que nunca más ni le llamó, ni le volvió a escribir.

En la sesión también ha declarado como testigo una exnovia del joven denunciante, al que definió como “agresivo, violento, controlador y acaparador” contra el que tiene cursada una orden de alejamiento. Aseguró que su ex le contó lo que le había pasado pero que ella no le creyó porque pensó que pretendía darle pena.

Hace unos días Román, cabecilla de la trama y único inculpado, negaba los abusos, relaciones homosexuales y lo calificaba de amor cristiano que, según él, procuró profesar hacia el denunciante para “asesorarlo” en un plano religioso y que “profundizara en su fe” asegurando que nunca durmió en la misma cama con el joven durante sus visitas a la casa parroquial o las otras propiedades que el clan de los Romanones poseía en Los Pinillos y en Salobreña aunque sí reconoció que el joven se quedaba a dormir. También explicó que se distanció del denunciante porque llevaba “una doble vida” y que asesoró a la ex novia del denunciante cuando le contó que la acosaba.

Antes del interrogatorio del arzobispo, las partes han renunciado a la declaración testifical de un segundo joven que denunció en su día posibles abusos, además de la de otros tres testigos policiales en el juicio. Un joven que dijo haber sido objeto de abusos relató que el cura: “Inmediatamente hizo el gesto de, con su mano, ir a tocar mis partes… y yo me protegí, pero a la vez que me protegí me invadió tal miedo” o “Y me metí a ducharme, yo corro la cortina y estaba allí, allí mismo estaba”. Mientras que otro testigo resaltó el “excesivo cariño” de los curas: “Hubo besos en el cuello”, declaró.

Este viernes, ante la audiencia de Granada, unas jóvenes protagonizaron una protesta portando pancartas en las que se leía: “Para los Romanones las mejores prisiones” o “Sr. Arzobispo levántese del suelo y vigile bien al clero”.

Las sesiones se han retomado hoy lunes y continuarán hasta el próximo 21 de este mes.

Fotos: Capturas de los informativos de Antena 3 TV.