¿Por qué la mayoría de la pornografía lésbica es perjudicial para las mujeres queer?

¿Por qué la mayoría de la pornografía lésbica es perjudicial para las mujeres queer?

Paulita Pappel es una actriz y directora madrileña afincada en Berlín, quien hace 12 años decidió marcharse de nuestro país para “huir del legado católico fascista que impregna España y su idiosincrasia” y desde Alemania dirige, junto con otras compañeras, el portal Ersties, que ofrece un porno de carácter documental y estética “Do It Yourself” centrado en el buen trato hacia sus actrices y el placer real que estas experimentan en sus performances frente a la cámara. Porno queer que también hacen otros proyectos como Pink and white Productions o QueerPorn.tv.

Pero la periodista independiente, Natasha Noman, afirma que “La mayoría de la pornografía lésbica es un espectáculo creado por hombres para cumplir una fantasías masculinas. Se trata de dos chicas hetero fingiendo pasarlo teta”. Los últimos dos años, el portal para un público adulto y consumidor de pornografía, PornHub, a través de sus consultas y encuestas a sus usuarios asegura que la categoría ‘Lesbianas’ es el término más buscado entre sus seguidores pero, sorprendentemente, ese término de búsqueda encabeza la lista de las preferencias tanto de hombres como mujeres que consumen porno. Igualmente, según ese mismo portal, el 24% de espectadores de pornografía en Internet de 2015 fueron mujeres. En España, un 26% de promedio. Ellas sí usan e interactúan en este negocio aunque entren en él poco a poco, como consumidoras y como generadoras. La directora de cine porno Erika Lust ganó uno de sus primeros premios en el festival erótico de Barcelona, en 2005, cuando aún colgaban la C de Cine y la I de internacional en sus siglas (FICEB).

Según una encuesta realizada por el portal YouPorn, las mujeres que buscan la categoría de ‘Lesbianas’ superan con creces a otros términos como ‘Masaje’ o ‘Tríos’. En comparación con los hombres, las mujeres también son seis veces más propensas a buscar ‘tijera lésbica’. Sin embargo, la industria convencional está hecha para un público muy reducido: hombre blanco, heterosexual y con unos gustos muy delimitados.

Noman cree que la mayoría de la pornografía que se hace para lesbianas no representa con exactitud el sexo lésbico: “La difusión de una representación del lesbianismo creada para una mirada masculina no sólo desinforma sino que también la rebaja reduciéndola a un fetiche masculino”, dice. Por eso, la periodista reclama “pornografía lésbica real” que retrate con precisión el sexo “creativo y fluido” de las lesbianas.

“Es importante crear representaciones realistas de mujeres que tienen relaciones sexuales entre sí porque no hacerlo continúa el ciclo de ver el lesbianismo a través de una lente misógina y masculina”, dice Noman.

Aquí tienes la reflexión que hace la periodista Natasha Noman de los motivos por los que necesitamos pornografía lésbica real:

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