Obligan a una pareja gay a devolver a su bebé de dos semanas tras hacerles la prueba de ADN

Obligan a una pareja gay a devolver a su bebé de dos semanas tras hacerles la prueba de ADN

“La amamos mucho y nunca la olvidaremos. Para nosotros es nuestra primera hija y tenemos la bendición de tenerla con nosotros durante 13 días”. Arnout Janssen y Stefano Franke son una pareja de holandeses que están rotos de dolor. Tenían mucha ilusión por ser papás así que lo intentaron por gestación subrogada. Conocieron a través de Internet a la candidata perfecta a principios de 2016. La mujer accedió a firmar por escrito que usaría un método anticonceptivo solo con su esposo para que no la dejara embarazada y en septiembre del año pasado se sometió a inseminación artificial y quedó embarazada.

Hayley nació el pasado 8 de mayo y sus papás estaban felices pero ahora tienen que devolverla la niña a su madre biológica porque resultó que ni Janssen ni Franke eran los padres de la pequeña. En cambio, el bebé es del marido de la madre gestante. “Fue descubierto por una prueba de ADN, que es parte de un procedimiento judicial rutinario para finalizar la adopción”, escribió la pareja en su blog.

Cuando les dieron los resultados a los padres biológicos de la niña, estaban tan sorprendidos como Franke y Janssen.  “Nos preguntaron si sentimos que cambió algo por Hayley. Y les dijimos que no. Ella es nuestra hija y el ADN no cambia nada sobre eso”, explica la pareja gay.

Así que los cuatro quedaron el pasado 18 de mayo para hablar y llegar a un acuerdo pero los padres biológicos abandonaron la reunión y, en su lugar, recurrieron a los tribunales al día siguiente. “Ya sabíamos que no era nada bueno y que íbamos a perder a Hayley. No teníamos nada que hacer en la audiencia”, comentó la compungida  pareja en su blog.

“Nos dijeron que el matrimonio habían decidido cuidar de Hayley ellos mismos y después de esto Arnout y yo entramos en una pequeña habitación para dejar nuestras emociones aflorar y hablar, solo nosotros dos. Después de esto Arnout entró en una habitación con el padre biológico y discutieron qué íbamos a hacer”, relata la pareja pero los padres querían llevarse a su hija a su casa esa misma tarde y Franke y Janssen lograron retrasarlo hasta el día siguiente para poder despedirse.

“Estamos completamente devastados y realmente no sabemos qué hacer. Entiendo que va a vivir con sus padres biológicos, hermanos y hermanas, pero estamos tan tristes que la extrañamos. Sentimos como si nos hubieran quitado meses de nuestras vidas, así como dinero, el nombres que queríamos dar a nuestra hija y, por supuesto, a Hayley. Esperamos que nuestra pequeña reciba toda la atención y el amor que merece y esperamos que ella crezca para convertirse en una mujer increíble”, contó el desesperanzado Franke.

Según la legislación holandesa, todo lo que se refiere a la adopción y la subrogación se basan en “la voluntad y la buena fe de la madre”, dijo Janssen al periódico holandés AD.

Una triste historia para unos padres que no podrán ver crecer a su hija aunque les quede el consuelo de que estará bien cuidada.

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