LQSA la lía parda con su intento de "curar la transexualidad" del personaje de Alba

LQSA la lía parda con su intento de “curar la transexualidad” del personaje de Alba

En Loottis ya os contamos el mes pasado, el 10 de octubre regresaba a la parrilla de Telecinco la disparatada serie “La que se avecina” con los últimos capítulos de la novena temporada cuya emisión se suspendieron en julio. Esta vez, han vuelto a liarla parda recibiendo un aluvión de críticas por parte de espectadores por la temática que se abordaba.

En el capítulo de anoche, el personaje de Antonio Recio, que interpreta Jordi Sánchez, viaja a Rusia para buscar un antídoto que “cure” a su hija transexual, Alba (papel que interpreta Víctor Palmero) y como acostumbra la disparatada serie termina tomando la vacuna experimental Berta, la mujer del pescadero (Nathalie Seseña) a quien empieza a cambiarle la voz y a “crecerle el pene”. Las críticas no se han hecho esperar y Alberto Caballero, uno de los guionistas de la trama, ha querido dar explicaciones en Twitter sobre que cómo no se trataba de ridiculizar un tema tan serio y complejo sino sólo de una crítica social más:

A lo largo de sus ya nueve temporadas, ‘La que se avecina’ siempre ha recibido comentarios negativos por la forma en la que ciertos personajes tratan temas como la homosexualidad o la inmigración. En concreto, el personaje de Antonio Recio representa todo lo que está mal en nuestra sociedad y, normalmente, la propia serie ridiculiza a sus personajes con la intención de criticar este tipo de actitudes. Lamentablemente, hay mucha gente que alaba a Antonio Recio. Y, sabiendo que ‘La que se avecina’ es vista por todo tipo de gente, incluso niños, a veces puede llegar a preocupar que los espectadores más pequeños cojan la idea equivocada.

Tengo que reconocer que el capítulo me volvió a defraudar como el anterior porque estaba cargado de estereotipos sobre la diversidad sexual y recurriendo a las situaciones más disparatadas buscando siempre el chiste fácil a costa de la transexualidad y el transformismo que no tuvo ni pizca de gracia. A todo esto hay que añadir la confusión de los términos porque se hablaba de “curar la homosexualidad” cuando se trataba de un caso de transfobia pero los guionistas lo han metido todo en el mismo saco demostrando no sólo falta de sensibilidad sino de desconocimiento del tema.

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