Llaman "maricones y sidosos" a una pareja gay que se besaba frente a nazis llenos de odio y la policía les obliga a marcharse

Llaman “maricones y sidosos” a una pareja gay que se besaba frente a nazis llenos de odio y la policía les obliga a marcharse

Este pasado sábado la extrema derecha más rancia de nuestro país eligió el barrio madrileño de Malasaña para convocar una manifestación en la que defendían “los derechos de los españoles por encima de los no nacionales”. Una convocatoria del grupo neonazi de Hogar Social de Madrid. A pesar de que todos los partidos políticos y diversas asociaciones de vecinos se opusieron a la celebración, una exdiputada regional del PP, firmaba la autorización. Durante la marcha se vivieron momentos de tensión ya que los manifestantes intentaron provocar a la gente. Los escasos convocados lanzaron consignas como “Españoles sí, refugiados no” que están siendo estudiadas por la policía municipal, por si pudieran ser constitutivas de delitos de odio. Además de portar pegatinas de la bandera española franquista y símbolos nazis que se dedicaron a pegar por todas las calles por las que discurrió la concentración.

Pero la imagen de la jornada la protagonizó una pareja homosexual, David Fernández y Gregor Eisbert, que se dieron un beso en los labios ante la iracunda mirada de los manifestantes neonazis que, previamente, les habían llamado “maricones y sidosos”. Como pasó en las manifestaciones de Francia en contra del matrimonio homosexual (cuando una pareja de chicas se dio un beso en los labios en una imagen que dio la vuelta al mundo), la pareja de espontáneos se mantuvieron allí dando muestras de amor hasta que un agente de la Policía Nacional les obligó a retirarse del lugar, gesto por el que asociaciones de LGTB pedirán explicaciones por este inaceptable trato: “No creemos que el derecho de manifestación de unos radicales esté por encima de la dignidad y la libertad de las personas. Si la Delegación de Gobierno cree que no se puede garantizar la seguridad de dos chicos gays que se besan cerca de una manifestación, la solución nunca será explusarles sino prohibir la manifestación”, apuntan.

Una concentración que demostró la escasa convocatoria de la ultraderecha española en la actualidad, ya que el acto fue secundado por apenas unas 500 personas mientras que miles participaban en la contramanifestación antifascista, que discurrió de Atocha a Sol casi al mismo tiempo.

Los vecinos de Malasaña mostraron su repulsa a la protesta y a sus consignas, con cánticos espontáneos en la calle e incluso con lanzamiento de huevos desde balcones y ventanas, acciones que indignaron a los ultras. Muchos establecimientos también cerraron sus puertas como medida de protesta y luego volvieron a abrir cuando pasó la comitiva.

En la redes sociales se han podido leer las críticas a la vergonzosa actuación policial ya que prácticamente tomaron las calles del barrio de Malasaña para “proteger” a los neonazis mientras que permitieron a los participantes campar a sus anchas, lanzar consignas de odio, insultar a las personas que les increpaban a su paso y hasta a echar a dos jóvenes gays que estaban realizando una protesta pacífica con su beso gay.

Como respuesta ayer domingo, se produjo una convocatoria espontánea en Facebook: “El barrio vuelve a ser de sus vecinas este domingo 22 a las 18.00: Baile sin fascistas. Apúntate, pásalo y ven a bailar #MalasañaSinFascistas“, se explicaba en la redes sociales.

Os invitamos a que nos comentéis que os ha parecido la actuación policial. A nosotros, desde luego, vergonzoso. Sobre todo, después de ver los resultados de Austria que ha dado un giro a la derecha que podría desestabilizar las bases de Europa. A falta del recuento de unos 800.000 votos por correo, el ultraderechista Norbert Hofer es el vencedor de las elecciones en el país. El Partido por la Libertad se ha impuesto con el 51,9% de los votos, por delante del ecologista Alexander Van der Bellen, que le ha pisado los talones con un 48,1 %, según ha apuntado el ministerio del Interior.

Esta vez, la base del discurso de Norbert Hofer se ha centrado en el rechazo a los refugiados, con un mensaje en torno al miedo que ha reforzado la idea de la prevalencia de lo autóctono frente a los foráneos. El Partido por la Libertad ha culpado al Gobierno y a los refugiados de las dificultados económicas por las que han atravesado los austriacos y ha logrado convencer a casi a la mitad de los electores.

Foto de portada:  Twitter.

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