Las firmas de cosmética que más apuestan por la visibilidad LGBTI

A través de la publicidad las marcas venden, se dan a conocer y lanzan importantes mensajes a la sociedad ya que son un referente para muchas personas. Una de las pioneras fue la firma de cosmética hecha a mano británica, Lush, que se alió con la Fundación Daniela para que la transexualidad deje de considerarse un problema de salud mental y luego presentó por San Valentín una línea de productos con dos parejas, una de dos chicos y otra de dos chicas compartiendo baño. Hace menos de un año James Charles se convertía en el primer chico que ser imagen de una firma de maquillaje para Cover Girl. Esta claro que las firmas apuestan por la visibilidad y el último ejemplo lo ha dado una firma británica con tiendas repartidas por toda España que apuesta por el comercio justo y porque no se experimente en los laboratorios con los animales: The Body Shop. Ahora también colabora con la visibilidad lésbica.

Una línea de productos a base de leche de almendras y miel de la firma The Body Shop le han puesto el título de “Haz el amor con tu piel sensible” y presenta a dos chicas en actitud romántica con motivo de que el próximo 26 de abril se celebra el Día de la Visibilidad Lésbica, una forma de exigir igualdad de derechos. Un movimiento que se originó en España en el año 2008 y en el que se hace un llamamiento a las lesbianas que trabajan en el ámbito público para que sean un referente social positivo que contribuya a la eliminación de prejuicios y lesbofobia entre la población.

En el año 1976 abría la primera tienda de The Body Shop en la localidad de Brighton, en la costa sur de Inglaterra a instancias de la activista ecologista Anita Lucia Roddick. Su primera franquicia internacional abrió en Bruselas en 1978. Una firma que siempre se ha comprometido con causas sociales justas. En 2003, recaudó dinero en favor de las víctimas de la violencia doméstica con la campaña Stop Violence In The Home (No a la violencia en el hogar) y en 2009, la firma llegó a reunir 7 millones de firmas de clientes en todo el mundo para que 24 países se comprometieran a cambiar su legislación contra el tráfico sexual infantil y juvenil, una petición que se presentó ante la ONU en 2012.

El hecho es que cada vez son más las firmas de productos de cosmética que apuestan porque los chicos se maquillen y contratan a modelos masculinos para que les representen como es el caso de Maybelline con Manny Gutierrez, de L’Oréal Paris o de Rimmel que lanzó al conocido vlogger Lewys Ball en una campaña para popularizar el maquillaje masculino.

Cada vez es más habitual ver en Internet tutoriales de influencers masculinos que enseñan como ellos deben aplicarse el colorete, el rimel o la barra de labios. Os podemos hablar de Ariel Diaz, Ismael Bachiller, Angel Merino, Bretman Rock, Timothy Votaw o Motha Milan. Todos tienen una legión de seguidores.

Pero en el caso de las lesbianas, en el mundo de la cosmética no hay tanto ejemplos de campañas protagonizadas por dos chicas. La que sí nos encantó y abrió toda una polémica fue la última campaña de la firma H&M eliminando las etiquetas del género femenino e incluyendo un beso lésbico y a una modelo trans pero, en este caso, no se trataba de cosmética sino del mundo de la moda.

¿Es necesario dedicar un día para visibilizar específicamente a las mujeres lesbianas? George Steiner planteaba que lo que no se nombra, no existe. Resulta innegable que la presencia de mujeres homosexuales en nuestra sociedad es mucho menor que la de sus homólogos varones. ¿Cuántas mujeres abiertamente lesbianas en el mundo de la música, la política, el cine, la literatura… eres capaz de nombrar?

“Las lesbianas no somos mujeres”, anunció Monique Wittig en 1980. Esta provocadora afirmación alude a que las categorías hombre y mujer se construyen mutuamente en una relación (personal, económica, política, etc.) de opresión de la que escapan las lesbianas. La poeta y ensayista Adrienne Rich dedicó buena parte de su obra a examinar el lesbianismo como una amenaza directa a las estructuras de poder patriarcal. El término ‘existencia lesbiana’, acuñado por Rich, sirve para definir la presencia de este tipo de experiencias a lo largo de toda la historia, así como su ocultación.

Durante mucho tiempo, la invisibilidad lésbica ha servido como una forma de protección. Dos “amigas” solteras que compartían piso no resultaban excesivamente sospechosas y están socialmente aceptadas las muestras públicas de afecto entre mujeres. Un claro ejemplo es el de la de la ex primera ministra de Islandia Jónína Leósdóttir que, durante años vivió su relación de pareja con otra mujer en clandestinidad y estamos hablando de un país muy progresista. La falta de referentes en el mundo público dificulta que las mujeres homosexuales de a pie “salgan del armario”.

Esperemos que este tipo de iniciativas como la de la de The Body Shop contribuya a que la sociedad tenga una percepción del lesbianismo como otra opción sexual más.