La victoria de una madre coraje lesbiana: Maribel Tocón y sus 10 años de lucha por la filiación de su hijo

Ayer marcó un antes y un después en la vida de la extreñema Maribel Blanco y en la de las parejas del mismo sexo en España en su misma situación. Es la historia de una incansable lucha por la filiación de su hijo que se ha prolongado durante diez años y que tiene un final feliz. Por fin, la justicia daba cumplimiento a la ejecución de la sentencia que le convierten en el la primera madre lesbiana no gestante reconocida por un tribunal que logra la filiación junto a su ex pareja y madre biológica del niño tras demostrar que ambas le criaron. Así se lo comunicaban desde el Juzgado de Primera Instancia de Talavera de la Reina, ciudad en la que reside. Llevaba esperando que se diera cumplimiento de una sentencia firme más de un año, desde marzo de 2015.

La ley marca que si una pareja tiene un hijo y después de un tiempo se separa, ambos padres pueden optar a la custodia del menor, acordar un régimen de visitas y figurar legalmente como progenitores aunque no estén casados, algo que no ocurre con las parejas homosexuales, que deben estar casadas para que se reconozca su filiación en el libro de familia. Pero la situación de Maribel Blanco era aún peor, porque su hijo nació antes de que se aprobara la Ley de Matrimonios Igualitarios.

No obstante, los niños nacidos antes de esa ley y sus madres no biológicas se encontraban en una situación de indefensión y limbo legal. La opción hasta ahora para esos menores era la coadopción, siempre y cuando las mujeres estuvieran casadas, pero antes de la entrada en vigor de la norma no había ninguna posibilidad de que el niño tuviese, legalmente, dos madres. Maribel Blanco, para que constase de alguna manera en el registro, dio su primer apellido a su hijo.

Durante los tres primeros años de vida del menor, Maribel ejerció como madre e, incluso, dejó de trabajar para atender a su hijo. Pero la relación se rompió sin llegar a contraer matrimonio, por lo que no pudo adoptar al pequeño. No obstante, el Juzgado número 2 de Talavera de la Reina le concedió a Blanco ese derecho, lo que se traduce en plenos poderes como madre, la posibilidad de obtener la custodia y un régimen de visitas. La ex pareja de Blanco recurrió esta decisión ante la Audiencia Provincial de Toledo. Allí, la sala primera consideró que la afectada no tenía “posesión de estado suficiente” porque “solo ha ejercido como madre durante tres años”, aunque las pruebas psicológicas determinaron que el niño la reconocía como tal casi siete años después de la separación.

La situación era compleja ya que la madre biológica del menor, Ana Isabel Carrasco,  ingresó en prisión en varias ocasiones y el niño pasó a ser responsabilidad de la hermana de la madre, que tampoco quería que Maribel ejerciera de madre.

Sin embargo, la sala segunda de la Audiencia, donde Blanco había solicitado el régimen de visitas de su hijo, la instó a hacer valer el artículo 131 del Código Civil, que reconoce que “cualquier persona con interés legítimo tiene acción para que se declare la filiación manifestada por la constante posesión de estado” que, en este caso, sí consideran que existe. Ante estas contradicciones, y con un régimen de visitas como allegada, Blanco esperaba que el Supremo respetara los acuerdos internacionales y el interés del menor y le reconociera la filiación, como así ha sido.

La sentencia de 2015 fue  un paso importante a la igualdad real ya que los heterosexuales que se separan no tienen estos problemas. La tenacidad de Blanco era férrea ya que, en última instancia, estaba dispuesta a presentar su caso ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, para poner fin a una situación que era muy grave para su hijo, al no poder crecer con sus dos madres.

Desde Loottis felicitamos a Maribel Blanco Fernández por su incansable lucha de toda una madre coraje que da fuerzas y positivismo a otras.