La tierna historia de una pareja de buitres macho que crían juntos a una polluela en el zoológico de Ámsterdam

La historia de Bram y Arne es muy tierna y toda una lección de amor en el reino animal. Ambos son dos buitres machos que llegaron al Amsterdam Artis Zoo en 2010. Los recogieron en unas lamentables condiciones físicas. Estaban discapacitados y, por ello, no podían volar pero cuando se conocieron, la conexión fue tan grande entre ambos que Bram y Arne se volvieron prácticamente inseparables desde entonces. Pero su relación tenía que dar un paso más (o eso es lo que nos gustaría ver desde nuestro punto de vista humano).

Un día los cuidadores del Artis Zoo encontraron un huevo de buitre abandonado en el aviario. Primero decidieron ponerlo en una incubadora y, más tarde, pensaron mejor colocarlo en el nido que estos dos machos habían construir juntos. La sorpresa es que se les despertó el instinto filial y Bram y Arne hicieron turnos para incubar el huevo hasta que el polluelo nació dos meses más tarde. Esta es la primera vez que un par de ejemplares del mismo sexo incuban un huevo en el zoológico de la capital holandesa.

Y ahora, los nuevos y flamantes papás están cuidando al polluelo alimentándolo con comida regurgitada y todos los mimos y cuidados que los convierten en una familia: “Esto es frecuente en el reino animal: hay parejas homosexuales regulares, especialmente entre las aves”, dijo el portavoz del Zoo de Artis en un comunicado.

Los dos padres son muy buenos y cariñosos con su cría que, por cierto, es hembra.  Esto nos demuestra que las familias del arco íris son muy diversas y se dan con total naturalidad entre muchas especies que habitamos en la tierra.