La noche en la que Freddie Mercury me habló en el Cielo

La noche en la que Freddie Mercury me habló en el Cielo

Mientras estamos ya deseando ver al protagonista de Mr. Robot, Rami Malek, interpretando a Freddie Mercury en el biopic del líder de la banda Queen (un film que aún no se ha grabado), por primera vez en la biografía autorizada sobre la vida, muerte y legado de la leyenda de la música, Freddie Mercury, Somebody to Love (Alguien a quien amar), uno de sus autores Mark Langthorne comparte una anécdota muy sexy en primera persona de cómo Mercury trató de seducirle en un bar de ambiente para amantes del cuero en el Londres del año 80 y así lo cuenta en el periódico The Guardian.

Langthorne trabajaba por las noches en el “Cellar Bar” (un local de ambiente para amantes del cuero que formaba parte del club nocturno Heaven) cuando tenía 21 años y acababa prácticamente de llegar a la gran ciudad con el sueño de ser dramaturgo. Allí conoció al líder de Queen. Recuerda cómo Freddie llevaba una gorra y chaleco de cuero para mezclarse entre la gente y con la que esperaba no ser reconocido. En el libro, Langthorne relata así la escena: “El bar era una pequeña habitación principal con una zona chill-out arriba. A la derecha de la sala principal había una zona oscura con pasadizos y rincones donde la gente practicaba sexo a media luz. Uno de los chicos con los que trabajaba se llamaba Robert y conocía a todos. Una noche me presentó a Freddie Mercury. Fue temprano en la noche cuando Freddie se sentó en un taburete y comenzó a charlar conmigo. Recuerdo lo amable que era, había una dulzura especial en él. La gorra y la chaqueta de cuero de muir y una mirada indecisa… Me pareció extraño que hubiera pasado toda su vida deseando ser famoso y bien conocido y ahora, teniendo un éxito tan enorme, queriendo ser ignorado. Se quitó la gorra y la colocó en la barra”.

Langthorne también recuerda cómo el líder de la banda más popular de todos los tiempos le dijo: “Era educado y parecía tener un interés generoso por mí. Le traje una botella de vodka: “Cariño, no te preocupes, me conocen aquí”, dijo. Rió una carcajada de dientes anchos. “No seas tímido, voy a morderte”.

El escritor dice que Mercury pretendía pasar desapercibido en las zonas más oscuras del club y añade: “Recuerdo que me preguntó qué quería ser cuando creciese, coqueteando traviesamente. ¿Sabes lo que quería? Ser Burt Reynolds. Freddie rió y su risa era contagiosa y jovial”.

“A medida que el bar poco a poco se llenó se volvió menos relajado con la presencia de otras personas, de extraños,… Le serví a los clientes entre conversaciones y Robert, que estaba mucho más cerca de él, charlaba bajo con él. Había una multitud. De vez en cuando se deslizaba lejos del bar, desapercibido, en el área más oscura del club, o charlaba con amigos. A menudo lo veía con Paul [Prenter, uno de su séquito], o en el club Cielo con Peter [Straker, su mejor amigo], ya que eran inseparables. Él parecía entrar en el bar con bastante regularidad después de nuestra primera reunión, o tal vez sólo lo noté más. Entonces no había preocupación del horror que estaba por venir. ¿Quién iba a saberlo entonces?”, relata Langthorne.

Esta no es más que una anécdota que se puede leer en Somebody to Love, escrita por Matt Richards y Mark Langthorne, donde por primera vez, los últimos años de uno de los más cautivadores showman del mundo del rock se ponen al descubierto, incluyendo entrevistas de los amigos más cercanos de Freddie Mercury en los últimos años de su vida, junto con fotografías personales. Somebody to Love es una biografía autorizada del gran hombre.

En esta biografía se descubren aspectos desconocidos y sorprendentes sobre la vida del cantante en su búsqueda del amor y la satisfacción personal y, por supuesto, la huella del VIH. Una enfermedad que ha matado a miles de personas en el mundo y que ha sido etiquetada cruelmente como ‘La Peste Gay’.

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