Kenia legaliza la “sonda anal” como prueba para “cazar” gays

Desde ayer, cualquier persona en Kenia ahora puede ser torturada legalmente con el fin de averiguar si es homosexual. El Tribunal Supremo dictaminaba ayer que la “sonda anal” es legal y una manera “razonable” para probar el delito de homosexualidad. Mathew Emukule, juez del Tribunal Superior de Mombasa, negó que se hubiera violado la Constitución de Kenia y el derecho internacional y desestimó el recurso presentado: “No encuentro ninguna violación de la dignidad humana, el derecho a la intimidad y el derecho a la libertad de los peticionarios”, dijo.

Dos hombres habían solicitado en una resolución judicial anular estas pruebas para determinar la homosexualidad tras ser detenidos en febrero de 2015 bajo la sospecha de tener relaciones sexuales gays. Si son declarados culpables, podrían enfrentarse a 14 años de cárcel.

La “prueba con sonda anal” implica examinar el ano para comprobar si hubo penetración y si hay rastros de esperma y tomar una foto de “estudio” de la forma y tamaño del agujero. Si es más ancho, lo más “probable” es que la persona ha participado en  relaciones homosexuales. Prohibida por el derecho internacional y desacreditada desde el siglo XIX, son prácticas ampliamente conocidas en todo el continente africano con el nombre de las “pruebas de la vergüenza”.

Activistas de derechos humanos alertan que si una persona “detecta” a un sospechoso de ser homosexual puede denunciarle ante la policía y esa persona puede ser detenida. Si se niega a someterse a la tortura, el tribunal ha dictaminado que es legal obligarle a somerterse a la prueba vejatoria para luego acusarle de ser sospecho de practicar sexo “antinatural”.

Eric Gitari, director de la Comisión Nacional de Derechos Humanos de Gays y Lesbianas, le contó al portal Gay Star News cómo ha reaccionado ante esta nefasta decisión del Tribunal Supremo de su país: “Estoy absolutamente devastado y conmocionado. Fue muy inesperado. Había supuesto con fe en la creencia de que el Tribunal Supremo iba a doblegarse ante la Constitución. Hemos presentamos una apelación. Estamos esperando un juicio justo e imparcial”.

Gitari acusó al juez de ser “deliberadamente homofóbico” y de abusar de sus poderes judiciales para expresar su opinión personal. En el fallo el juez Emukule dio una larga perorata acerca de cómo la comida es procesada por el cuerpo humano, proclamó que la “boca y el ano no son órganos sexuales” y comparó a los sodomitas con la zoofilia. “Fue una gran sorpresa negativa ya que la fecha en la que estaba prevista la reunión de la corte se pospuso debido a la matanza de Orlando, en EE.UU”, explicó el activista.

Gitari advierte lo que va a pasar con la nueva ley: “Desde este momento, si se rumorea que alguien es gay, cualquier persona puede informar a la policía y esa persona puede ser obligada a someterse a la prueba por vía anal. Si se niegan a ir, entonces le forzarían a hacérsela. Toda persona que se cree que es gay es vulnerable al chantaje y la extorsión. Es un campo abierto para la discriminación. Pensamos que el juez Emukule sería compasivo pero él siguió adelante. Esto se confirma que el país trata a las personas homosexuales como seres inferiores”.

De acuerdo al artículo 165 del Código Penal de Kenia, puede ser condenado con hasta cinco años de cárcel “cualquier varón que, en público o en privado, cometa cualquier acto de grave indecencia con otro varón, o induzca a otro varón a cometer cualquier acto de grave indecencia con él, o intente inducir la realización de cualquier acto similar por parte de cualquier varón con él”.

La homosexualidad es fuertemente repudiada por la mayor parte de la sociedad keniata. El máximo líder de la Iglesia Católica en el país, Zacchaeus Okoth, ha condenado la homosexualidad por considerarla “antibíblica” y “antiafricana”. Entre los episodios de homofobia que se han vivido en el país y que han trascendido internacionalmente, en febrero de 2010, la policía de Nairobi arrestó a cinco personas para impedir la realización de una boda gay de carácter informal. Según los reportes, tres de ellos fueron maltratados por agentes de policía.