Jugador de Hockey multado por sus insultos homofóbicos contra un árbitro: “Pido perdón. Tenemos que tratar a todos por igual”

El jugador de la Liga Nacional de Hockey de los Chicago Blackhawks, Andrew Shaw, le hizo una ‘peineta’ al árbitro mientras estaba en el área de penalti y le gritó: “Que te follen, eres una reinona marica”. Ahora tendrá que pagar el precio por su comportamiento homofóbico durante el partido contra los St. Louis Blues celebrado este pasado martes. Al día siguiente la NHL, siglas en inglés de la Liga Nacional de Hockey, le suspendía durante un partido y le imponía una multa de 5.000 dólares (más de 4.430 euros). El jugador ha pedido públicamente disculpas y ya ha dicho que eliminarás esos gestos y palabras ofensivas de su vocabulario.

“Ese no es el tipo de persona que soy”, dijo Shaw a la prensa este miércoles. “Ví el video y tuve problemas para dormir. La presión hace que saque lo peor de mí. Obviamente lo siento. Es un momento difícil para mí en este momento. Estamos en 2016 y es el momento de que se trate a todos por igual. Sé que mis palabras hicieron daño, lo sé, lo siento y quiero disculparme”.

El vicepresidente ejecutivo senior de la NHL, Colin Campbell, dijo que si bien Shaw se disculpó y sintió remordimientos, “debe rendir cuentas por sus acciones. La tensión del momento no puede ser un factor atenuante en la conducta que se espera de un jugador de la NHL”. Hasta su equipo, los Blackhawks, han dicho estar ‘muy decepcionados’ con las acciones de Shaw: “Sus comentarios no reflejan lo que representamos como organización deportiva. Estamos orgullosos de tener un ambiente inclusivo y respetuoso y, para ello, apoyamos diversas iniciativas y proyectos como la Asociación de Hockey Gay de Chicago. Vamos a utilizar esta oportunidad para que nuestros jugadores mejoren de modo que todos podamos aprender esta lección”, han expresado en un comunicado.

Andrew Shaw ganó la Copa Stanley con los Blackhawks en 2013 y 2015. Estamos seguros que a pesar de la tensión se lo pensará dos veces antes de volver a soltar “perlas homofóbicas” la próxima vez.