Joven gay aborigen denuncia el racismo en Grindr: “Los homosexuales blancos están en la parte superior de la pirámide”

El estudiante de medicina aborigen australiano del pueblo de los yolngu, Dustin Mangatjay McGregor, ha denunciado en su Facebook el racismo y los insultos a los que se ve sometido en la aplicación geosocial destinada al público gay, Grindr: “La comunidad homosexual tiene una cierta jerarquía basada en la raza: El atractivo masculino de los blancos está en la parte superior de esta pirámide y atraer la atención y el poder. Los hombres asiáticos y aborígenes se acercan a la parte inferior”, explica el joven.

McGregor, con sangre yolngu y griega, ha publicado las capturas de pantalla de los mensajes de odio en su Facebook con la esperanza de que a la gente le de vergüenza pública y para conseguir más atención sobre el tema de la discriminación racial dentro de la comunidad gay: “La gente se sorprende porque no se puede creer que yo, que soy piel clara y consecuentemente privilegiado en este sentido, sufro abusos raciales Algunos de mis amigos homosexuales están particularmente asombrados y me dijeron que ellos no han tenido ningún tipo de abusos en toda su vida”, dijo McGregor.

El joven cree que no hay necesidad de que los hombres homosexuales expresen sus preferencias haciendo comentarios que ofendan o insulten a los demás. También ha notado que las personas que ponen comentarios ofensivos son, generalmente, hombres blancos: “Me sorprende que existan tantos estereotipos negativos con respecto a los  hombres aborígenes, es algo con lo que he crecido. Recuerdo que cuando me mudé a Darwin, un estudiantes en mi clase, que apenas tenía 13 años de edad, estaba haciendo comentarios raciales ofensivos sobre los aborígenes. Desde mi experiencia, a las personas se les debe enseñar desde muy temprana edad que el racismo no es aceptable”, escribe el joven.

Con respecto a la visión de la comunidad gay, McGregor es de la opinión de que ya existe demasiada homofobia social como para que los gays se echen piedras sobre su propio tejado; “Por mi experiencia veo que las personas ven desde el exterior a la comunidad gay como una “gran familia feliz” cuando no es la realidad. Es decepcionante, quería pensar que un grupo oprimido ayudaría a levantarse a otras personas marginadas, sin embargo, no estamos superando nuestras barreras sino cometiendo los mismos errores en vez de combatirlo”, ha dicho el joven estudiante aborigen.

Dustin Mangatjay McGregor creció en Milingimbi, una isla frente a la costa de la Tierra de Arnhem, en el norte de Australia (de donde proviene el pueblo de los yolngu). Se trasladó a Darwin cuando era un adolescente y en la actualidad vive en Adelaida. Todavía se sorprende que sea su propia comunidad gay la que le margina por ser aborigen.