Europa multa a Rusia por vetar el Orgullo de San Petersburgo

Europa multa a Rusia por vetar el Orgullo de San Petersburgo

Una sentencia que puede crear precedente en Rusia (aunque Putin se la pase por el arco de la bandera tendrá que pagar). El Tribunal Europeo de Derechos Humanos acaba de dictaminar que la prohibición de las marchas de Orgullo son una violación de los Derechos Humanos y, por ese motivo, Europa multará a Rusia por prohibir el Orgullo de San Petersburgo. La ley rusa de “propaganda gay” también vetan todas las protestas públicas pro-LGBTI que se organicen en cualquier parte del país.

Los activistas LGBTI, Yuri Gavrikov, Alexander Sheremetyev, Dmitry Milkov y Maria Yefremenkova recibirán un total de 27.500 euros en concepto de daños y perjuicios, sobre la negativa reiterada de las autoridades a permitirles celebrar el Orgullo de San Petersburgo. Pidieron los preceptivos permisos en tres ocasiones y comunicaron que asistirían entre 500 a 600 personas.

El Departamento de Seguridad de la ciudad se negó a permitir la ruta de la marcha que discurría por el centro de San Petersburgo basándose en que “causaría demasiada obstrucción del tráfico”. Pero los activistas no cejaron en su intento y presentaron dos rutas y lugares alternativos que  también fueron rechazados por el departamento por considerarlos “inadecuados”.

En el año 2010 también solicitaron la organización de las marcha por las calles de San Petersburgo pero la fecha propuesta para su celebración, el 26 de junio, fue denegada porque la “Guardia Juvenil de Rusia Unida” estaba autorizada a usar uno de los lugares en los que se iba a celebrar el evento LGBTI para apoyar a la “familia y los valores familiares tradicionales”.

Al año siguiente en 2011, Gavrikov y Sheremetyev también solicitaron la celebración de una marcha que fue denegada de una manera similar y con argumentos poco convincentes. Pero los activistas se atrevieron a celebrar el Orgullo de todos modos por el centro de San Petersburgo y fueron arrestados y acusados ​​de “ofensas administrativas”. Tuvieron que pagar 7.500 euros en gastos legales más los impuestos que también les cobraron.

Así que Europa multe a Rusia es un apoyo moral a los activistas LGBTI rusos y una forma de decirles que no están solos en su lucha: “Después de 7 años hemos alcanzado este importante hito para el Pride en San Petersburgo, confirmándonos que las autoridades violan nuestro derecho de reunión. Pero la situación en Rusia es mucho más restringida en términos de libertades. Marchas y reuniones son en su mayoría prohibidas por el Ayuntamiento cada año para muchos grupos de personas, no sólo para el colectivo LGBT. Los únicos eventos permitidos son para los partidarios del partido Rusia Unida que dirige Putin”, denunció Gavrikov al portal Gay Star News.

Sin embargo, los activistas no espera que el fallo haga grandes cambios en los asuntos de Rusia relacionados con la libertad de expresión, especialmente, porque están cerca las elecciones presidenciales del próximo año: “La reciente decisión del CEDH es un signo simbólico para un futuro mejor. Nos da un poco de optimismo, como un rayo de sol en un día nublado y oscuro. Nosotros continuaremos nuestra lucha y el movimiento Pride continuaría”, dijo Gavrikov. Iniciativas similares se están produciendo en otras ciudades del país.

El quinto activista que ganó un caso contra el Estado fue Kirill Nepomnyashchiy en 2009. Nepomnyashchiy y otros activistas habían notificado al prefecto del distrito administrativo del norte de Moscú que tenían  previsto celebrar un acto LGBTI. Como era de esperar, su solicitud para llevar a cabo la protesta fue denegada y una segunda no recibió respuesta, obligando a los activistas a cancelar el evento. Por eso pidieron la renuncia del Prefecto a “sus esfuerzos por incitar al odio y la enemistad hacia diversos grupos sociales y su incumplimiento de las leyes electorales”.  Un segundo piquete, que se celebró en el Parque Novopushkinskiy de la capital también fue denegado, a pesar que los activistas encontrar un lugar alternativo, como les sugirieron las autoridades. Los activistas fueron acusados de “desacato a la autoridad”.

Al final, el tribunal ordenó a Rusia pagar a Nepomnyashchiy 7.500 euros en concepto de daños y perjuicios. Ahora, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos ordena a Rusia a pagar el dinero dentro de los tres meses posteriores a la decisión final.

¡Bravo por los activistas LGBTI rusos. Una victoria que es demuestra que no estáis solos!

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