Eurocopa 2016: Cuando un minuto de silencio contra la homofobia es demasiado para el mundo del fútbol

Eurocopa 2016: Cuando un minuto de silencio contra la homofobia es demasiado para el mundo del fútbol

La negativa de la UEFA a guardar un minuto de silencio en los estadios en memoria de las víctimas de la homofobia tras la matanza de Orlando no es ni comprensible ni aceptable porque nos recuerda a las formas más extremas de la discriminación y la persecución de los homosexuales. “El fútbol, ​​primer deporte de Francia con sus 2 millones de miembros, está enfermo de homofobia y racismo”, publicaba el presidente de la plataforma SOS Racisme, Dominique Sopo, en redes sociales la víspera de la Eurocopa.

Un informe que el Ministerio de Juventud y Deportes de Francia, en el cajón desde diciembre de 2013, explica que “Los excesos racistas y homofóbicos aparecieron con el fútbol profesional como en otros deportes profesionales y entre sus aficionados. Los campos de fútbol se han convertido en lugares para desahogarse. No es realista pedir a un árbitro que incluya el abuso racista o homófobo en su papeleta, ya que podría tener problemas. Los desafíos económicos son tales que el patrocinador de un jugador de alto nivel que sea homosexual había exigido que aparezca del brazo de una mujer para calmar los rumores”.

A partir de 2013, la UEFA a través de la voz de su presidente Michel Platini se había comprometido: “Nuestro deporte debe incluir a todos, independientemente de su color, credo, orientación sexual u opinión política”. Compromiso que, en principio, está  ratificado por la firma por parte de la UEFA de la Carta “Rompiendo el techo de cristal” que indica en el punto 4 que “el fútbol debe garantizar la seguridad de las minorías sobre la base de la orientación sexual y la creación de un entorno en el que las posibilidades no son reducidos por el prejuicio y la exclusión”.

Teniendo en cuenta estos compromisos claros e inequívocos, la negativa de la UEFA a observar un minuto de silencio en los estadios en memoria de las víctimas de la homofobia de Orlando no es ni comprensible ni aceptable. ¿Es mucho pedir para un organismo deportivo que sí reconoce la homofobia como un gran mal, que está profundamente herida y se comprometa a luchar?.

Vemos una vez más vagos compromisos de principios que nunca se han puesto en práctica. Y es que a ley del silencio que reina sobre la homofobia en el fútbol se vuelve a mantener por los organismos del fútbol.

Estamos viviendo una de las Eurocopas más violentas de la historia del fútbol en la que los hinchas más radicales utilizan el deporte como excusa para verter todas sus frustraciones y provocar enfrentamientos con heridos y destrozos por doquier. El pasado miércoles, en la ‘Fan Zone’ de Niza durante el partido entre Francia y Albania se vivió uno de los momentos más surrealistas: Un hincha, aficionado francés de origen albanés, logró meter una bengala y para saltarse los controles de seguridad se la introdujo en el ano. Según el fiscal de Niza, Jean-Michel Prêtre, la bengala tenía unas medidas de 18 centímetros de largo y 4 cm de diámetro. El aficionado, que tiene 18 años, logró herirse a sí mismo y a otras dos personas de alrededor antes de ser detenido.

Las fuerzas de seguridad francesas han efectuado ya 323 detenciones por hechos relacionados con violencia, robos o degradación desde el comienzo del campeonato. En definitiva, medidas de seguridad extremas y el miedo a los ataques yihadistas, como el que ya ha provocado la muerte de una pareja de policías (por el que se guardó un minuto de silencio), se está caracterizando por los enfrentamientos entre aficiones en lo que se está convirtiendo ya en una vergüenza a escala mundial que nos debería abochornar a todos: seguidores, federaciones y clubes de fútbol y a los propios gobiernos de los Estados.

La UEFA no da abasto para tratar de corregir sobre la marcha y de abrir expedientes a diferentes federaciones. Así, el organismo rector del fútbol europeo anunció este domingo la apertura de procesos disciplinarios contra Hungría, Bélgica y Portugal por los incidentes causados por sus hinchas dentro de los estadios en que jugaban sus selecciones en el marco de la Eurocopa de Francia 2016. La organización presidida de forma interina por el español Ángel María Villar sancionó a Rusia con una “descalificación en suspenso”, es decir que su equipo será enviado de vuelta a casa si sus hinchas vuelven a generar disturbios, después de los incidentes que provocaron el fin de semana pasado en Marsella , antes, durante y después del Rusia-Inglaterra (1-1), el partido del bochorno en este campeonato.

En este mar de violencia y de “guerra campal” en las calles de las ciudades francesas en las que se celebran partidos, llega la UEFA autorizó rendir homenaje oficial a los dos policías asesinados por un presunto yihadista, condenado a tres años de cárcel en 2013 por reclutar radicales para Afganistán y Pakistán, que desataba el drama en un tranquilo barrio residencial de Magnanville, a 50 kilómetros al oeste de París. En torno a las 20.20 horas de la tarde del pasado lunes 13, el hombre, identificado como Larossi Abballa, de 25 años, atacó a un comandante de policía, de 42 años, a las puertas de su casa con un arma blanca. Inmediatamente después, el hombre se refugió en casa de la víctima donde presuntamente degolló a la mujer, funcionaria, de 36 años, de la comisaría de Mureaux, próxima al lugar. Tras horas de negociación con las fuerzas del orden, estas asaltaron la casa, abatieron a Abballa al filo de la medianoche y encontraron “conmocionado pero indemne” al niño de la pareja, de tres años.

La respuesta fue inmediata, en todos los campos de fútbol se rindió homenaje con un minuto de silencio por estas dos víctimas del terror a instancias de la propia UEFA, sin embargo, el asesinato de 49 personas y 53 heridos que se produjeron en el nightclub Pulse de Orlando a manos de un yihadista no mereció tal reconocimiento. Un terrible hecho que conmocionó al mundo entero y por el que se pasó de puntillas por la Eurocopa más preocupados por una violencia que se genera alrededor del fútbol y que se les ha ido de las manos. Lamentable.

En Loottis creemos necesario que todo el mundo asuma responsabilidades. Debería haber una rectificación oficial cuando se mete la pata no condenando oficialmente la masacre de Orlando. Es inaudito que el mundo del fútbol se mantenga al margen de la condena institucional contra todo tipo de violencia. Después harán llamamientos para combatir la LGBTfobia en el mundo del fútbol. Pura fachada porque parece que estos temas se las traen al fresco a la UEFA. Mientras se ampare y aliente en el mundo del fútbol a los violentos, nada de esto cambiará.

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