Escándalo en Cieza: Declarará el sacristán acusado de abusar sexualmente de tres monaguillos de 11 y 12 años

Escándalo en Cieza: Declarará el sacristán acusado de abusar sexualmente de tres monaguillos de 11 y 12 años

El pasado 11 de abril nos sorprendió la absolución del padre Román. Se enfrentaba a una pena de 26 años de cárcel tras la denuncia de abusos sexuales de un joven de Granada que ahora tiene 27 años, es supernumerario del Opus Dei y residente en Pamplona. Un caso en el que el papa Francisco intervino llamando dos veces a la víctima. La decisión de la Fiscalía de retirar los cargos contra el padre Román supuso un varapalo para el joven granadino. Nadie esperaba esa postura del Ministerio Fiscal, que argumentó contradicciones en el relato de los abusos. Era hasta ahora el mayor caso destapado de pederastia en el seno de la Iglesia católica española pero no el único ya que un sacristán de la basílica de Nuestra Señora de la Asunción de Cieza, en Murcia, tendrá que comparecer ante la juez el próximo 17 de mayo, en calidad de investigado.

La juez del juzgado de primera instancia e instrucción número 2 de Cieza le ha impuesto una fianza de 9.000 euros o el embargo de sus bienes “para asegurar el resarcimiento de las víctimas”, que tenían entre 11 a 12 años en el momento de los hechos. Se le acusa a Francisco José R. P., de un delito de abuso sexual continuado y dos delitos de agresión sexual continuada a tres monaguillos, cuando estos eran menores.

Los delitos de los que se le acusa ponen los vellos de punta y van desde tocamientos de los genitales, a masturbaciones, eyaculaciones, fotografías de los cuerpos desnudos de sus presuntas víctimas, hasta supuestas penetraciones anales “utilizando la fuerza”. En el auto de procesamiento se dice que “pretendía silenciarlos con regalos, invitaciones a la playa y dinero gracias a su posición de autoridad mediante “premios” y “castigos” si no obedecían sus deseos”.

Los hechos denunciados ante los juzgados se remontan a los años 1999 a 2003 y tenían lugar, según la sentencia, “En la iglesia, asegurándose el Sacristán de que no hubiera nadie”. Los chicos no fueron capaces de denunciar lo que les ocurrió “por miedo a su agresividad y por vergüenza”.

Sin embargo, no ha sido procesado el cura que en aquel momento ejercía en La Asunción, Antonio M. C., aunque las víctimas le señalan como encubridor de los abusos presuntamente cometidos por el sacristán. Las defensas de las presuntas víctimas ya ha anunciado que recurrirán esta decisión judicial y pedirán de nuevo la imputación del cura, que está ya jubilado.

En cuanto al sacristán, el Obispado de Cartagena confirmó que desde el año 2015 cuando salió a la luz la primera de las denuncias fue relegado  e indemnizado por apartarle de sus funciones en Cieza y no ejerce en otra parroquia.

En casos como estos, nos sorprendieron las declaraciones del ex cura gay que fue Oficial para la Congregación de la Doctrina de la Fe (lo que era hasta 1965 la Santa Inquisición) en “El Intermedio”, Krzysztof Charamsa: “La Iglesia solo neutraliza los casos de pedofilia que salen a la luz pública”.

Ya veremos cómo evoluciona el caso de Cieza. Hay que recordar que en el tema de los Romanones de Granada, 11 de los acusados se libraron de la cárcel porque había expirado el tiempo que la presunta víctima tenía para denunciar y hasta un informe del propio Vaticano respaldaba la versión del denunciante.

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