El "Imperio Gay" le responde al "Druida Panorámix-Cañizares"

El “Imperio Gay” le responde al “Druida Panorámix-Cañizares”

El Director del Observatorio Español contra la LGBTFOBIA, Paco Ramírez, ha dirigido una carta abierta al cardenal arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, que ha vuelto a generar polémica al llamar a los católicos a defender “el bien precioso de la familia cristiana” ante lo que ha calificado de “escalada contra ella de dirigentes políticos, el imperio gay y ciertas ideologías feministas”. Ayer en un artículo titulado La LGBTfobia de la Iglesia católica española y el “Imperio gay”, nombrábamos a los prelados más reaccionarios en España.

Y es que la Iglesia católica española sigue dando la espalda al colectivo LGTB. Aunque en ocasiones traten de justificar su desprecio con expresiones del tipo “acogemos a estas personas con respeto y cariño”, la realidad es que no pueden ni vernos. En un país como España, en el que el matrimonio entre personas del mismo sexo está asentado desde el año 2005, el sector eclesiástico no deja de interferir en la vida privada de las personas y de tratar como “enfermos” a gays y lesbianas a los que “tener compasión”.

Aquí reproducimos íntegramente la CARTA ABIERTA del Observatorio Español contra la LGBTFOBIA:

“He visto con estupor, ignominia y humillación que el pasado lunes durante una homilía en la Universidad Católica de Valencia afirmó con gran ofensa y desdén que el “Imperio Gay” ha arremetido contra “el bien precioso de la familia cristiana”. Además tuvo la desfachatez y vileza de criticar con saña la recién aprobada Ley de Igualdad Social LGBTI de la Comunitat Valenciana que para usted supone una “subversión” y “revolución”, que tendrá “consecuencias destructivas contra para el futuro del hombre y la humanidad”. Todo debido a una de las más “insidiosas” para usted de las ideologías del mundo, la ideología de género.

Sr. Cañizares está usted “loco de atar”, puesto que sin duda ve fantasmas, amenazas y conspiraciones mundiales – en este caso gays en vez de judeomasónicas- por doquier, puesto que el reconocimiento de derechos a las personas gays, lesbianas, bisexuales y transexuales para remediar la atávica discriminación, acoso, agresión y hasta genocidio que la sociedad y ciertos poderes como la Iglesia han mantenido y siguen manteniendo contra el indeleble principio de que todas las personas nacen iguales en derechos y deberes, con sus virtudes y sus defectos. No se trata de conceder más derechos y prebendas que a los demás, no quitamos derechos a nadie a no ser que considere usted un derecho el derecho a odiar, humillar, discriminar, despreciar y ofender.

Como Panorámix el druida de “Astérix y Obélix”, se empeña en seguir defendiendo con furia y rencor una concepción de la sociedad y de la Iglesia caduca y que ya no existe, el mundo ha cambiado y su Aldea Gala de la ortodoxia fundamentalista se ha convertido en un burbuja traslúcida que no le pemite ver que sus homilías en vez de difundir el mensaje de amor y concordia del Evangelio son un altavoz para el odio, la confrontación y la incitación a la violencia.

No hace falta que le diga que no sólo la sociedad ha cambiado, sino también están habiendo cambios pequeños en su Iglesia, sobre todo en sus feligreses y en su base, y que ahora apuesta más por amparar y acoger que por condenar y castigar, aunque la continúa ambigüedad del Papa Francisco nos tiene algo confundidos.

No hay peor ciego que aquel que no quiere ver, y yo le aconsejaría sinceramente que se jubile y se retire como el Papa Emérito, porque usted Sr. Cañizares está enfermo aunque no lo note, y su enfermedad se llama homofobia en grado grave, cuando su continua obsesión durante años ha sido arremeter contra los derechos de los homosexuales y de las mujeres. Recientes estudios han descubierto que la homofobia y la intolerancia irracional se debe a problemas psicológicos, son gente propensa a trastornos psicóticos que en casos extremos puede llevar a la esquizofrenia. Por tanto por mucho que se empeñe en ver que la homosexualidad y la transexualidad son enfermedades, vicios o pecados, es al revés, la homofobia y la transfobia son enfermedades sociales de las que debería tratarse urgentemente.

En un estudio publicado recientemente se han analizado algunos de los factores que podrían estar asociados con la creencia en las teorías de la conspiración. En concreto, se identifican dos variables que serían clave: la existencia de un contexto de incertidumbre y las dudas sobre la moralidad de los agentes supuestamente implicados. Según plantean los investigadores, las teorías de la conspiración son una forma de “dar sentido” o explicar acontecimientos que resultan estresantes, porque son incontrolables, aleatorios, confusos, o difíciles de comprender con las categorías de pensamiento que habitualmente usamos. Son hechos que se salen de lo común y que conllevan una cierta sensación de ser vulnerable ante lo desconocido, pues sus causas y la forma de hacerles frente son inciertas. Esta obsesión enfermiza contra la homosexualidad que el Sr. Cañizares tiene le hace ver un poder oscuro que está cambiando sus esquemas mentales, y su prolija imaginación ve un “Imperio Gay” que conquista cada vez más territorios y se acerca a su tranquila e intemporal Aldea Gala con el ánimo de hacer peligrar su tradicional creencia y moralidad.

Tan sólo me gustaría terminar esta misiva invocándole que el matrimonio existía incluso antes de la propia creación de la Iglesia y no es un concepto exclusivo de la misma, y mucho más cuando estamos hablando de matrimonio civil, que nada tiene que ver con la imposición de las reglas y normativas de su Iglesia. Finalizo recordándole un dicho del mismo Jesús: “Den al César lo que es del César, y a Dios, lo que es de Dios” [Mateo 22,21]. Por tanto no se entrometa en la sociedad y las leyes que se quiere conceder, y dedíquese a hablar del reino de los Cielos y de las normas que quiera imponer a su Iglesia y a sus feligreses.

P.D: Un mensaje final al Papa Francisco. Por favor jubile lo antes posible a la siguiente lista de personas enfermas, que necesitan una cura urgente de su alma y un internado para modernizar sus fosilizados esquemas mentales:

  1. Cardenal Antonio Cañizares, arzobispo de Valencia
  2. Juan Antonio Reig Plá, obispo de Alcalá de Henares
  3. Joaquín Mª López de Andújar y Cánovas del Castillo, Obispo de Getafe
  4. José Rico Pavés, Obispo Titular de Mentesa y Auxiliar de Getafe
  5. Demetrio Fernández González, obispo de Córdoba
  6. Juan José Asenjo, arzobispo de Sevilla
  7. Cardenal Fernando Sebastián
  8. José Ignacio Munilla, obispo de San Sebastián
  9. Cardenal Antonio María Rouco Varela, arzobispo emérito de Madrid
  10. Rafael Palmero, obispo eméritode Alicante-Orihuela
  11. Casimiro López Llorente, obispo de Segorbe-Castellón
  12. Jaume Pujol, arzobispo de Tarragona
  13. Bernardo Álvarez, obispo de Tenerife”, concluye la Carta Abierta escrita por Paco Ramírez.
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