El Ejército norteamericano financiará el cambio de sexo de los soldados transexuales

El Ejército norteamericano financiará el cambio de sexo de los soldados transexuales

Era cuestión de tiempo que los cambios dieran sus frutos tras la ratificación de Eric Fanning, un civil de 47 años abiertamente gay, como Secretario del Ejército de Tierra. Desde que fue designado en septiembre del año pasado, el Senado de los Estados Unidos tardó meses en confirmar su candidatura que le ratificaba como el primer jefe abiertamente gay de uno de los cuerpos del ejército de Estados Unidos porque miembros republicanos del Congreso bloquearon la audiencia de su confirmación. Sin embargo, el Comité de Servicios Armados del Senado respaldó su nombramiento por su brillante hoja de servicios.

La administración del Gobierno de Estados Unidos dirigido por Barack Obama continúa impulsando medidas para promover y normalizar los derechos dentro del ejército. De los más de 1.350.000 soldados en activo, unos 2.500 son personas transexuales. Tras anunciar que el Ejército abrirá sus puertas a las personas transexuales, el secretario de Defensa de Estados Unidos, Ashton Carter, ha comunicado que el sistema médico militar cubrirá la cirugía de cambio de sexo y los tratamientos hormonales de aquellos militares que declaren que no están conformes con su sexo.

“En este momento, la mayoría de los transexuales tienen que acudir fuera del sistema médico militar para obtener atención médica y tienen que pagarla de sus propios bolsillos”, ha denunciado Carter, que considera que esta situación es “incompatible” con el compromiso del Gobierno estadounidense de facilitar la atención médica necesaria a los soldados.

Se calcula que las operaciones de cambio de sexo en Estados Unidos cuestan entre 7.000 y 24.000 dólares, pudiendo llegar a alcanzar los 50.000 dólares.

Una resolución que ha levantado ampollas, sobre todo, no podemos olvidar de que se trata de un sector profesional que suele tener ideas conservadoras y una mentalidad poco abierta a los cambios. “Prohibido preguntar, prohibido decir” (en inglés Don’t ask, don’t tell), la expresión con la que se conoce popularmente la política sobre la invisibilización de la homosexualidad de las fuerzas armadas de los Estados Unidos estuvo vigente desde 1993 hasta 2010, cuando fue derogada por el presidente, Barack Obama, el 22 de diciembre de hace seis años.

Algunos altos mandos militares del Ejército estadounidense han mostrado su sorpresa por la celeridad con la que el Gobierno ha actuado para implantar esta medida y denuncian que no se ha analizado en profundidad su impacto.

En Loottis, esta medida es una magnífica noticia, después de eliminar medidas transfóbicas en los centros escolares públicos al permitir a los estudiantes transexuales que utilicen los baños y vestuarios según el género con el que se sientan identificados.

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