Condenados dos jóvenes en Túnez porque "parecían gays” a pesar de que la prueba de la “sonda anal” dio negativa

Condenados dos jóvenes en Túnez porque “parecían gays” a pesar de que la prueba de la “sonda anal” dio negativa

Así se las gastan las leyes en este país magrebí donde la homosexualidad se castiga con hasta tres años de prisión como si ir a las cárceles tercermundistas de este país te ayudarán a “dejar de ser gay” y es que ahora en Túnez la homosexualidad no sólo es ilegal sino también “tener aspecto de gay”. Es el calvario por el que están pasando dos jóvenes desde el mes de diciembre cuando fueron detenidos hasta el pasado viernes cuando fueron condenados a ocho meses de prisión.

Achref, de 20 años, y Sabri, de 22 años, fueron detenidos en 7 de diciembre de 2016 en Susa, a 140 kilómetros al sur de la ciudad de Túnez, porque un oficial de policía sospechaba que son homosexuales por su aspecto. Salieron de su arresto el 13 de diciembre y el juicio se fijó originalmente para el 6 de enero, pero se pospuso primero al 3 de marzo y después al pasado viernes donde un tribunal les sentenció a ocho meses de cárcel, según el periódico francés L’Express .

Mounir Baatour, presidente de la organización tunecina LGBTI Shams, ha contado que Achref y Sabri estaban caminando por la calle cuando ocurrió el arresto porque a la policía les pareció que eran homosexuales: “Estabas haciendo algo con tu novio, ¿verdad?”, le dijo uno de los oficiales de policía a Achref y le increpó: “Traéis la maldición al país”.

“No sé qué quieren decir con eso, pero la policía tiene un estereotipo de lo que es ser gay”, explica Achref. “En la comisaría fuimos abofeteados, insultados y obligados a firmar una declaración por escrito de las acusaciones formuladas contra nosotros”, le dijo Achref a L’Express.

También les sometieron a la prueba de la sonda anal, una degradantes y abusiva práctica que implican examinar el ano de alguien para ver si ha sido penetrado con la intención de ‘demostrar’ que los hombres han practicado el sexo anal y, como resultado, son “evidencias” de la homosexualidad. La prueba de la sonda anal se ha desacreditado como inexacta y se considera una forma de tortura y agresión sexual por parte de las principales ONG que exigen a los países que las usan que dejen de realizarlas porque resultan humillantes para las víctimas a las que se las somete y no prueban nada.

Baatour confirmó el relato de los jóvenes de que la prueba fue ordenada por el Fiscal General: “Les dijo que si no aceptaban el examen anal, sería considerado como desacato por el juez“. Así que Achref y Sabri se vieron forzados a someterse a la prueba. Pero a pesar de que el resultado fue “negativo”, el tribunal de Sousse les sentenció a la cárcel.

Baatour dijo que uno de los policías testificó en una declaración escrita que había visto a los hombres practicando la “sodomía” en la calle y, a pesar de que los acusados ​​argumentaron que era falso, no se les permitió aportar más pruebas, el juez los declaró culpables y los sentenció.

Prisión en Túnez

“Todavía no han entrado en prisión”, dijo Baatour, “pero si el fallo es ratificado el próximo mes, tendrán que cumplir con sus sentencias”. La ONG LGBTI Shams apelará el fallo.

Desde la revolución de 2011 , los activistas LGBT salieron de las sombras en Túnez, pero su condición sigue siendo muy precaria, debido a la legislación del estigma social que sigue siendo violento y hostil. La sección 230 del Código Penal tunecino establece penas de hasta tres años de prisión por prácticas como la “sodomía” o el “lesbianismo”.

En una entrevista en octubre de 2015 en un canal egipcio, el presidente tunecino Beji Caid Essebsi, dijo que había rechazado la despenalización de la homosexualidad.

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