¿Comprarías arte inspirado en las ejecuciones de ISIS asesinando a hombres gays?

Suena a algo absolutamente macabro ¿Se puede hacer arte de un acto execrable e inhumano? Para dos creadores recién graduados como Harm Weistra y Eddi Bal es posible. Son autores de “Requiem For A Falling Man” (traducido como “Requiem por un hombre que cae”) inspirado en el momento que hombres son arrojados desde azoteas en Siria tras haber sido declarados culpables de sodomía.

La pieza “estrella” de la colección es un vídeo animado en blanco y negro de 2’54 minutos de duración que plantea la pregunta: ·¿Es esto explotación o un tema razonable para vender comercialmente arte?” Está inspirado en las imágenes de los ataques terroristas del 11-S. La pieza representa a un hombre esposado, con los ojos vendados y con camisa blanca y pantalones vaqueros cayendo al vacío de una de las desaparecidas torres gemelas de Nueva York al que se le unen otros idénticos hombres hasta llenar la pantalla mientras los titulares de los periódicos anuncian la muerte de hombres gays en Siria.

Estos artistas también han diseñado paños de seda, en color negro, blanco y oro, con una bandera árabe o con dibujos a modo decorativo. Pero cuando se echa un vistazo más de cerca al diseño te percatas que se trata de una composición en espiral de homosexuales asesinados yacentes.

Cuando los artistas expusieron por primera vez en Rotterdam, Holanda, estos paños de seda eran almohadones funerarios colocados en ataúdes negros. Son carísimos diseños que están a la venta por miles de euros y que, por cierto, no destinan ni un solo euro a causas humanitarias.

Uno de sus autores, Harm Weistra, un joven homosexual que utiliza el arte como segunda carrera, recibió una beca en 2015 por parte del gobierno holandés como prometedor artista emergente. A cambio de la financiación, se le pidió que mostrara el trabajo realizado en una exposición dos años después. En este impás conoció a Eddi Bal, también artista gay, responsable del área de animación y pronto formaron una relación artística.

“En la prensa holandesa al menos, no ha habido cobertura de este terror contra la comunidad LGBT. La mayoría de la comunidad no lo sabe”, explica Weistra a Gay Star News para justificar la temática de su obra “Está en nuestro patio trasero. Podríamos cerrar los ojos, y permanecer en nuestro mundo aislado y tolerante pero queríamos que nuestro público sepa lo que está pasando”, dice justificando sus creaciones artísticas.

Para Bal, contemplar las imágenes de las ejecuciones le dio pesadillas: “Estaba buscando una forma para presentarlo no como una noticia impactante sino como algo estilizado, para crear más discusión”.

Decenas de imágenes de homosexuales asesinados en Irak y Siria han sido filtradas en medios sociales, publicadas en los canales de ISIS o enviadas a periodistas de habla árabe. Los expertos creen que los caudillos de ISIS pueden enviar deliberadamente esto como propaganda, jactándose de su “éxito”. Los miembros de ISIS se han referido previamente sobre la gente gay como las “peores de las criaturas”.

Las ejecuciones suelen seguir un patrón. Se cree que los extremistas a menudo drogan a la víctima. Luego le vendan los ojos, le esposan las manos detrás de la espalda y los conducen a la azotea de un edificio alto. Una multitud espera la ejecución. Los asesinos anuncian en voz alta que el hombre fue encontrado culpable de homosexualidad. Entonces lo arrojan al vacío. Si se sobrevive a la caída, una multitud lapida al hombre hasta la muerte.

“No creo que las imágenes de matar a gays se utilicen como propaganda”, opina Weistra: “Me preguntaba si estas imágenes fueron publicadas por personas que se sorprendieron por ello y querían que el mundo supiera lo que estaba sucediendo. Si yo fuera un musulmán profundamente religioso entendería que es doloroso y en Occidente no les gusta pero esta es mi religión y esto es lo que hacemos con las personas gays. No es propaganda lo que hacemos. No estamos forzando a la gente en una dirección; le toca a la audiencia decidir lo que hacen con ellas”, dijo Weistra.

Al principio, estos artistas habían planeado hacer una animación sobre “un día en la vida” de un verdugo de ISIS. En esa pieza, un cónclave habría “votado” sobre si matar o no a la víctima gay.

Weistra también le dijo a GSN que cree que los verdugos pueden tener compasión por los hombres que asesinan en público. De hecho, se cree que ISIS “entrena” a sus víctimas para que las maten ensayando ejecuciones y drogándolas, para que no luchen: “Lo que me impresiona es que incluso las personas que matan a estos hombres gays parecen tener alguna forma de empatía por la víctima. Son agradables con él y tratan de consolarlo. Tratan de llevarlo a la paz. Es mucho más confuso de lo que pensamos al principio. Pensamos en esta persona horrible que está en la parte superior de este edificio y lo que está a punto de hacer pero lo que realmente se ve es la cara ordinaria del mal… Cuando se acercan, esperamos que sean personas tan malvadas que ya no son humanas. Pero son los ciudadanos normales los que lo están haciendo. Eso es lo que lo hace aún más malvado. Es mucho más aterrador que cualquier demonio”.

Cuando se les preguntó por qué venderlo comercialmente, Bal admitió que no esperaban hacer una fortuna de las obras de arte y esperan que sean comprado por un coleccionista: “Este es el tipo de proyecto en el que se pierde el dinero. Se trata de recuperar el costo que ponemos en ella”. A lo que Weistra añadió: “No hay nada malo en obtener una compensación financiera por el trabajo que hacemos. Sacar algún tipo de beneficio significaría que puedo seguir haciendo este tipo de trabajo. Es tan simple como eso”.

Actualmente tienen sus obras expuestas en el hotel W de Ámsterdam y la animación está disponible bajo petición. Para que os hagáis una idea la serigrafía de oro más barata está disponible por 800 euros y montado sobre tela negra por 1.500 euros mientras que el oro montado en serigrafía blanca tiene un precio de 3.500 euros.

¿Crees que este es un tema digno para el arte o estos artistas van demasiado lejos?