Charamsa, ex cura gay en El Intermedio: “La Iglesia solo neutraliza los casos de pedofilia que salen a la luz pública”

En El Intermedio, el Gran Wyoming dedicaba parte del programa a tratar de entender la postura de la Iglesia católica ante la homosexualidad, el reportero Gonzo se desplazaba a Barcelona para entrevistar a Krzysztof Charamsa, que fue Oficial para la Congregación de la Doctrina de la Fe (lo que era hasta 1965 la Santa Inquisición) y que en mayo de 2015 fue expulsado por hacer pública su homosexualidad y presentar a su novio, el funcionario catalán Eduard Planas. Hace unos meses salía a la luz pública su libro “La primera piedra” como experiencia de su testimonio personal.

Charamsa le explicó a Gonzó qué le llevo a declarar su homosexualidad públicamente a pesar de tener cargos importantes en el Vaticano: “Lo hice para liberarme, protestar y pedir perdón por mi Iglesia… por sus pecados de homofobia, transfobia y misoginia, en última instancia por amor. En esta última fase del proceso Dios me ha dado un novio”.

Con respecto a los motivos de hacer pública su salida del armario, Charamsa comentó: “Yo he iniciado en mi vida un proceso de comprensión de qué es ser homosexual. Cuando ya sabía que no podía más seguir sirviendo a una Iglesia hipócrita, que no podía defender más la posición homófoba de la Iglesia… supe que debía poner el momento de la verdad”.

Gonzo le preguntó cómo era posible que quisiera formar parte de una institución homófoba siendo consciente de que era gay: “En el seminario, en realidad, rechazaba mi homosexualidad, no la aceptaba interiormente. Sentía que soy gay pero, al mismo tiempo, vivía en un entorno de esquizofrenia que le suele pasar a muchos gays que viven en ambientes hostiles y que no pueden comprender y hacer un trabajo interior de descubrirse a sí mismos”.

Charamsa también explicó que jamás le comentó a sus compañeros lo que le pasaba: “Cuando estás en el armario permaneces paralizado por miedos. Yo sabía que perdería todo porque la Iglesia te cancela….Y la decisión de lucha interior duró hasta el último momento. Mi compañero y yo jamás hemos pensado construir una vida de pareja, como hacen otros sacerdotes, dentro de una Iglesia paranoica que nos persiga”.

Charamsa confirmó que la decisión de desposeerle de todos sus cargos hubiera sido igual aunque no hubiera presentado públicamente a su novio: “Presenté a mi novio en esta conferencia de prensa por una razón teológica porque mi Iglesia impone a todos los creyentes del mundo que las personas homosexuales no somos capaces de amar porque la homosexualidad no tiene la forma humana de amor que exige una complementariedad entre hombre y mujer”.

Gonzo también le preguntó qué proporción de curas gays hay en el Vaticano: “Yo digo que del 50% en función de mi experiencia. El problema es que la Iglesia quiere seguir tratando la homosexualidad como un tabú e imponer sufrimientos enormes a los sacerdotes homosexuales”.

Pero, tal vez, el tema más polémico que se abordó fue el de los casos de pederastia que acucian a la Iglesia, Charamsa opina que: “hay una relación entre la falta de una sexualidad vivida en libertad que implique la aceptación de sí mismo y el refugio en la violencia sexual y el dominio sobre el otro. … La Iglesia no ha comenzado una seria lucha contra la pedofilia, se limita a eliminar o neutralizar los casos que salen a la luz pública, muchos de ellos, gracias a los medios”.

En el Intermedio se informaba de la reciente renovación de cargos para los próximos tres años en la Conferencia Episcopal Española con la revalida del arzobispo de Valladolid, Ricardo Blázquez. Lo que ha cambiado es quien será el vicepresidente, nada menos que el arzobispo de Valencia, el polémico Antonio Cañizares. En el programa de la Sexta se comentaba que se trata de un triunfo del ala conservadora  de la Iglesia católica española recordando que Cañizares fue llamado a capítulo por el Papa Francisco tras denunciar en una homilía en junio de 2016 “el ataque directo a los valores familiares por ciertos partidos políticos, grupos feministas y el imperio gay”. Manifestaciones que llevaron a más de 55 colectivos a pedir al Sumo Pontífice que condenase su discurso de odio y reclamasen una homilía por la diversidad.

El Gran Wyoming planteaba la pregunta “¿Quién es Cañizares?” y se contestaba él mismo: “Es ese hombre sencillo y discreto que se le fue la mano cuando le dijeron que llevase algo rojo a la Fiesta de Fin de Año”. Chascarrillos aparte, el arzobispo de Valencia fue muy criticado por el presidente del Observatorio Español contra la LGBTFOBIA en el mes de julio del año pasado cuando ofició una misa por el alma del dictador Francisco Franco. Desde el Observatorio reflexionaban: “¿Alguien vería lógico que en Munich se le dedicara una misa en recuerdo de Hitler?”

Sandra Sabatés explicaba que el relevo de Osoro, el que había sido hasta esta semana vicepresidente de la Conferencia, se ha visto como un varapalo al espíritu reformador del Papa Francisco. Hace unos días, el arzobispo de Madrid hablaba en Espejo Público y decía textualmente sobre la homosexualidad: “Toda persona, independientemente de su tendencia sexual, ha de ser respetada en su dignidad y acogida con respeto para evitar todo signo de discriminación y no lo digo yo sino el Catecismo de la Iglesia católica y, por lo tanto, es la doctrina de la Iglesia”. Además Osoro decía sobre la polémica del autobús transfóbico de Hazte Oír: “He escuchado a los padres con hijos transexuales que, a veces, sufren bastante”.

Frente a su postura aperturista están las manifestaciones del nuevo vicepresidente del máximo órgano de la Iglesia. Cañizares dijo en junio de 2016: “La ideología de género está difundiéndose para destruir a la familia, así de claro, y hay que despertar porque van a destruir al hombre y a la humanidad”.

El Gran Wyoming puso su nota de humor para explicar que Cañizares cambiará a partir de ahora sus hábitos por el color naranja con estampado de los lemas transfóbicos del autobús de Hazte Oír. “El Papa Francisco no está encontrando apoyos para traer nuevos aires a la Iglesia”, concluía Sabatés.

Fotos: Fotogramas de El intermedio de La Sexta