Carles Simarro, del PP, emula al homófobo Carlos Fabra y se mofa de las personas LGBT con el “Día del Machote”

La familia Fabra terminó convirtiéndose en una lacra para los castelloneses y Carlos Simarro quiere emularlos en Mallorca. En julio de 2012, Twitter ardía contra Andrea Fabra. La exdiputada del PP se cubrió de gloria tras aparece en un video aplaudiendo y gritando “que se jodan” después de que el presidente Rajoy anunciara el recorte en la prestación por desempleo a los nuevos parados. Su padre, Carlos Fabra, expresidente de la Diputación de Castellón con su eterno look de “fascista retro”, sus numerosas imputaciones judiciales, sus consecutivos premios gordos que le “tocaron” en la lotería y su fracasado aeropuerto de Castellón donde se perdieron millones, fue el mismo que se negó a calificar de matrimonio la unión entre personas del mismo sexo y autor de la frase: “Los homosexuales en Castellón nos votan a nosotros porque son los dueños de los puticlubs y nosotros, los mejores clientes”, según cuenta Enrique de Diego, uno de los fundadores de Intereconomía, en su libro “Dando Caña”.

Demostrando un absoluto desprecio hacia las personas y de valores morales, el portavoz del Partido Popular en el Ayuntamiento mallorquín de Sóller, Carles Simarro, propuso celebrar el “día del machote” y el “día de las señoritas de toda la vida” durante la celebración del debate municipal para aprobar una propuesta que pretende dar visibilidad a la diversidad sexual del colectivo LGTB, impulsada por los grupos grupos Més, PSOE y Guanyem, según recoge el diario local ‘Veudesoller’. La iniciativa de los tres grupos obtuvo la abstención del Partido Popular y PI-Propuesta por las Islas.

A Carles Simarro, erradicar la LGBTIfobia no le parece que esta sea una cuestión que deba debatirse en el Ayuntamiento de Sóller. E incluso el portavoz de Propuesta por las Islas, Jaume Bestar, advirtió que “propuestas como esta pueden acabar teniendo el efecto contrario”. 

La propuesta de Més, PSOE y Guanyem pretendía garantizar la igualdad y los derechos de las lesbianas, gays, transexuales, bisexuales e intersexuales, pero a Simarro le pareció más gracioso y original demostrar que tiene un sentido pésimo del humor y que cuestiones como la visibilidad y la defensa de los derechos y libertades de las personas le importan un pimiento.

Carles Simarro es el mismo político que en 2013 se empeñó en reinaugurar una piscina climatizada cuyo coste de mantenimiento anual superaba los 300.000 euros. Los orígenes de la citada piscina se remontan a la legislatura 2003-2007, cuando Simarro era alcalde. Así como Saulo un día vio la luz, Simarro un día se levantó habiendo visto una piscina climatizada en sueños. Se fue calentando y, ni corto ni perezoso, encargó el proyecto. Ningún político fue capaz de solventar el desaguisado de la piscinita de marras. Era todo una gotera.

Y es que Carles Simarro no hacen más que retratarse con sus exabruptos. ¿Para cuándo la limpieza de “gente sin escrúpulos y ética” en las filas de los partidos políticos?.