Adolescente gay checheno es arrojado por su tío desde un 9º piso para “lavar el honor” de su familia

Queda 18 días para que el presidente de Chechenia, Ramzan Kadyrov, cumpla con su amenaza de “limpiar” su país de homosexuales y mientras los líderes de la comunidad internacional dan tímidos pasos para poner freno a esta masacre frente al clamor y la queja generalizada nos enteramos de otro terrible caso. Esta vez se trata de un adolescente de 17 años cuyo tío arrojó desde un balcón en un noveno piso para “lavar la vergüenza” de tener un pariente gay.

Un superviviente de la persecución que mantiene su anonimato por motivos de seguridad le contó a la revista rusa liberal Snob, cómo fue su experiencia de crecer en Chechenia. Dijo que cuando le reveló al líder religioso de su comunidad su homosexualidad “el horror, la decepción y el disgusto surgió en su rostro”. El mullah le dijo: “Como checheno y como hombre, no quiero verte aquí. Ni en la mezquita, ni en este distrito. Quiero que te vayas ahora, porque todo lo que has dicho es lo más asqueroso que puedes averiguar. Espero que tus parientes tengan la dignidad de lavar tu vergüenza. Vete”.

Este mismo mullah también era el líder espiritual del joven de 17 años cuya familia descubrió su sexualidad y su tío le arrojó por el balcón. Según el superviviente, el líder espiritual convocó a la familia del joven para que “lavaran la vergüenza” e invitó al tío a llevar a cabo el acto.

Esta práctica es muy similar a cómo ISIS y otros grupos musulmanes extremistas asesinan a gays en Irak y Siria arrojándolos de altos edificios ya que el brazo armado de Daesh considera a las personas homosexuales como las “peores criaturas”.

Según el testimonio de este superviviente, la persecución de personas LGBTI en Chechenia no es nada nuevo y sucede desde, al menos, 2009. Pero no se trata de una persecución exclusiva por odio a la orientación sexual sino que también otros grupos son perseguidos incluyendo a las minorías de discapacitados y a personas de otras razas.

“Otros fueron capturados, asesinados y sus cadáveres arrojados al patio de sus familias, en algunos casos, los cadáveres desaparecieron porque, según las leyes islámicas, no es necesario enterrar los cuerpos de personas homosexuales”, afirma el testigo.  Mientras que los arrestos no son nada nuevo, afirma que sabía de personas que han tenido que pagar 100.000 rublos (unos 1.570 euros) a la policía para dejar de ser torturado. Otros prometieron persuadir a los “gays ricos” con la esperanza de ganar su libertad.

A medida que transcurre el tiempo se van filtrando testimonios de varios supervivientes que compartieron relatos angustiosos sobre la tortura, en un caso, usando una silla eléctrica casera mediante descargas o de violencia en los campamentos donde son recluidos, donde les obligan a confesar los nombres de otros homosexuales.

Posiblemente como respuesta a las miles de firmas y peticiones recibidas de toda Europa, la canciller alemana, Angela Merkel, instaba al presidente Vladimir Putin a proteger a las personas homosexuales en Chechenia. Aunque Merkel no es ningún adalid de los derechos del colectivo LGTB, la petición viene de hace dos años cuando se reunión con Putin en su residencia de verano en Sochi en 2015. “Le pedí al presidente Putin que usara su influencia para garantizar los derechos de las minorías”.

Tras la visita diplomática de Angela Merkel y la insistencia de la comisionada para de Derechos Humanos en Rusia, Tatiana Moskalkova (la única miembro del partido del presidente, Rusia Unida, que ha mostrado un mínimo interés por el tema), Putin ha declarado que “por supuesto, hablaré con el Fiscal General, el Ministro de Asuntos Internos, para que les apoyen en el tema que han planteado”. Pero Putin se reunió hace unas semanas con el presidente checheno, Ramzán Kadýrov, y un portavoz del Kremlin afirmaba no tenía conocimiento de “ninguna información creíble” sobre las denuncias de detenciones, torturas y asesinatos de más de 100 hombres gays en Chechenia.

Posiblemente esta advertencia no sirva para nada porque todos sabemos lo que está pasando en las repúblicas ex soviéticas controladas por Rusia: En vez de perseguir activamente a quienes agreden y torturan, las autoridades rusas alientan aún más la homofobia con leyes como la aprobada en 2013, que prohíbe informar positivamente de la homosexualidad a menores, a la vez que permite que quienes simplemente enarbolan una bandera arcoíris o reivindican la celebración del Orgullo sean detenidos, sancionados con multas considerables o incluso encarcelados. Las últimas detenciones se producían hace tan solo unos días, cuando una decena de activistas LGTB eran arrestados en San Petersburgo por manifestarse contra la persecución homófoba de Chechenia.

Además, el presidente Kadýrov asegura que las noticias que llegan desde su país son una “estrategia de los políticos occidentales para ayudar a moverse hacia el oeste” y las califica de“afirmaciones sin fundamento”.

Instituciones como el Consejo de Europa o la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH), así como desde organizaciones no gubernamentales como ILGA-Europa, Amnistía Internacional o Human Rights Watch, a la que se une la ex candidata a la presidencia de EE.UU, Hillary Clinton, vienen denunciando graves violaciones en Chechenia.

La policía chechena ha dicho a los padres de los homosexuales que “lo solucionen” bajo la amenaza de que si no lo hacen el Estado intervendrá. Una práctica habitual en Chechenia para “lavar el honor” sin que salga del ámbito familiar.