El político que protagonizó la primera boda gay "bendecida" por el PP condenado por el Tribunal de Cuentas

El político que protagonizó la primera boda gay “bendecida” por el PP condenado por el Tribunal de Cuentas

El pasado 18 de septiembre de 2015 fue el día ‘J’, la fecha más feliz en la vida del ex alcalde de Vitoria y vicesecretario general del Partido Popular, Javier Maroto, que se casaba con su pareja de hacía 19 años, José Manuel Rodríguez en el Ayuntamiento de Vitoria, en una boda oficiada por su compañero y amigo Miguel Garnica y ante la plana mayor de la cúpula del PP. Un enlace envuelto en la polémica ya que Maroto se saltó a la torera una normativa municipal que prohíbe celebrar una ceremonia en el consistorio los viernes lo que provocó la indignación del primer edil de Vitoria, Gorka Urtaran (PNV), quien le recordó: “Las bodas en el Ayuntamiento vitoriano se realizan en horario de mañana y tarde sólo los sábados, no los viernes”. Maroto quiso demostrar que no era un ciudadano más.

Seguramente el día de hoy no querrá recordarlo porque ha sido condenado por el Tribunal de Cuentas junto al ministro de Sanidad en funciones, Alfonso Alonso, así como al resto del equipo del Gobierno del Ayuntamiento de Vitoria en 2007, por causar un perjuicio económico de 393.000 euros a las arcas públicas, al firmar un contrato público para el alquiler de unas oficinas al empresario Gonzálo Antón a un precio considerado muy superior al de mercado. La condena dictamina que es por “responsabilidad contable” en este caso, junto al resto de representantes de la Corporación.

Entre todos ellos deberán hacer frente al pago de los casi 400.000 euros en los que el órgano fiscalizador ha cifrado el quebranto económico. De momento, el PP ha asegurado que recurrirá la decisión. El contrato, firmado por el Gobierno municipal en el que Alonso era alcalde y Maroto concejal de Hacienda, obligaba al Ayuntamiento de la capital alavesa a pagar 7,6 millones de euros por el alquiler, durante un periodo de veinte años, de un local que Antón había comprado un año antes por 2,7 millones de euros. El alquiler se estableció en 12.500 euros más IVA mensuales, pese a que los técnicos municipales estimaron que la cuantía debía ser de poco más de 10.000 euros.

Además de otras claúsulas abusivas: Si el Ayuntamiento rescindía el contrato antes de veinte años, debería abonar la renta que faltara por cumplir hasta la fecha final. Este Tribunal absuelve, no obstante, a Maroto y a los dos concejales de Hacienda que le sucedieron en el cargo, Marian Gutiérrez (PSE) y Manuel Uriarte (PP), de la responsabilidad contable “por alcance” formalizada contra ellos por “incorrecta actualización de renta” en los años 2009, 2012 y 2013.

Aunque muy discretos con su vida privada, Javier Maroto era consciente de la expectación que levantó cuando protagonizó la primera boda gay “bendecida” por el PP. Ese día tan íntimo y especial reclamó sus derechos: “Todo el mundo tiene derecho a tener una boda tranquila”, dijo entonces. Que se lo digan a todas las parejas que, durante siete años, se angustiaron porque no sabían si el Tribunal Constitucional anularía el matrimonio homosexual gracias a los populares. Maroto lo dijo bien claro: “En España ya no hay debate sobre el matrimonio homosexual”. Pero cuando se trata de rendir cuentas ante el Tribunal estamos hablando de harina de otro costal.  Sólo esperamos que la justicia dirima este nuevo escándalo y que los culpables paguen lo que deben.

Deje un comentario
Comentario
Nombre
Email