Hotel Rural Las Praderas

Hotel Rural Las Praderas situado en una magnífica finca enclavada en la falda sur del Parque Regional de Gredos, en el valle del Tiétar y La Vera Extremeña. Tenemos un microclima de temperaturas templadas en invierno y noches frescas en  verano, donde conviven las palmeras y los naranjos, con los pinos, nogales e higueras. El hotel dispone de  8 casas independientes para 4 personas, con calefacción, estufa de leña, dos dormitorios, cocina equipada, y otra casa de alquiler por habitaciones, con baño y frigorífico independiente, y zona de office común. Tenemos un amplio restaurante y salones de reunión. Gran espacio exterior, con zonas de jardines, charcas, barbacoas y piscina (en temporada de verano). También contamos con espacios para juegos en grupo, como: campo de fútbol, voleibol, pistas de minigolf y bicicletas.

Estamos en una zona privilegiada del centro de España, donde podemos gozar de una amplia variedad de actividades al aire libre, que van desde las más sencillas rutas de senderismo, pasando por las rutas a caballo, canoa, a las más atrevidas como es el barranquismo, o el parapente, o pueden visitar el primer observatorio de Aves de Candeleda, con una panorámica espectacular de 360º, situado en el “Alto de las Tejoneras”, enclave privilegiado sobre el rio Tiétar. También pueden zambullirse en el pasado volviendo la mirada a los antiguos pobladores, visitando El Castro Celta de El Raso, uno de los primeros núcleos de población de Ávila que se conocen. Está situado en el municipio de Candeleda, cerca de la pedanía de El Raso. Al pie de la sierra de Gredos.  Está datado entre el  Siglo III- II a. C. – Edad del Hierro y desaparecida en el siglo I a.C. debido al abandono de forma forzada, por la conquista romana. Se trata de un castro vetón de la  Edad de Hierro. 

Venga a visitarnos en cualquier época del año y podrá disfrutar:

En primavera: la explosión de colores y olores que llena cada rincón de nuestra tierra, y disfrute del canto de los pájaros, de los grillos y  del croar de las ranas, que anuncian la llegada del verano.

En verano: de nuestras “Gargantas” que bajan de la Sierra de Gredos y que a su paso van dejando charcos de agua cristalina que forman unas excelentes piscinas naturales.

En otoño: la gran riqueza micológica de Gredos hace que los amantes de la recogida de setas tengan una cita obligada en esta estación, donde además podrán practicar la fotografía y  dar largos paseos disfrutando de un paisaje de una extraordinaria belleza donde el otoño hace acto de presencia y los bosques dominados por árboles de hoja caduca, ofrecen un espectáculo cromático único, enriqueciendo el paisaje con infinidad de tonalidades.

En invierno: podrán disfrutar de las vistas del macizo central de La Sierra de Gredos, con el Pico del Moro Almanzor, como centinela  protector de El Valle del Tiétar, cubierto de nieves, mientras podremos dar largos paseos, sin demasiado abrigo, debido a lo suave de las temperaturas en esta estación.