EN CRAVEIRAL SENTIMOS QUE HEMOS VUELTO A CASA
Es ese lugar donde estamos en casa, lejos de casa. Donde nos acogen y nos dejan estar. Donde siempre hay algo que hacer, incluso si no se hace nada. O casi nada. Donde podamos cosechar lo que hemos plantado, cerrar los ojos y sentir pasar la brisa. Respire hondo para calmarse. Donde el tiempo corre tan rápido como queremos. Y no necesita estar sin una red para conectarse a tierra. Donde simplemente abrimos las ventanas para que entre la paz. Donde caminamos descalzos, con los pies en la hierba y nos acostamos sobre sábanas frescas y recién estiradas.
Un lugar como ese no existía, así que hubo que inventarlo.
En Craveiral, tenemos un poco de todo:
Se recibe la autenticidad de quienes reciben como amigos y la modernidad de quienes saben que el verdadero lujo es tan simple después de todo.
Es increíble, pero realmente logramos tener el sol en la era y la lluvia en el nabal.
Son 9 hectáreas de aire puro y buena vida, donde se ubican cuatro tipos diferentes de casas, desde el estudio hasta la casa de 2 dormitorios. Tres piscinas, una interior, un restaurante con productos de la huerta y comida ecológica, un centro de interpretación de la naturaleza, un huerto, una granja con animales, y todo el espacio del mundo, entre campo y mar.
La mejor experiencia de Craveiral es disfrutar sin hacer nada. Aun así, apostamos por una diversidad de experiencias que favorezcan este estado de ánimo sin entrar en una rutina. Desde paseos a caballo, clases de surf, recogiendo verduras hasta el huerto, o dar un paseo en bicicleta … ¿Y por qué no tomar una clase de yoga o un taller, que puede suceder por sorpresa? * Todas las actividades requieren reserva previa en Recepción.