Feminización y masculinización facial en el colectivo transgénero

Feminización y masculinización facial en el colectivo transgénero

Desde un punto de vista científico, existen numerosos estudios que demuestran las diferencias antropométricas entre el rostro de un hombre y una mujer. El contorno de los huesos y la disposición de sus partes blandas (compartimientos grasos de la cara, musculatura facial y otros anejos), permiten establecer ciertas diferencias de género; así mismo identificar un rostro como femenino o masculino.

La comunidad transgénero es un colectivo que ha despertado recientemente interés médico, sobretodo en el área cosmética. Este grupo de individuos esta definido por una incronguencia de su sexo asignado al nacer (mujer/hombre/intersexual) y su identidad de género (femenino/masculino/ no binario/queer) , reflejado como un rechazo a determinadas características corporales y faciales; por lo cual deben recurrir a procedimientos médicos para intentar modificarlas.

Los pacientes en la búsqueda de feminizar ó masculinizar su rostro, deben valerse de procedimientos que intenten modificar aquellas características que lo encasillan como un rostro masculino y/o femenino según sea el caso.

Existe un interés creciente en procedimientos estéticos para feminización/masculinización del colectivo transgénero, ya que, son tratamientos con resultados inmediatos, reversibles en el tiempo, con pocos efectos adversos y una mejor accesibilidad a un coste menor; en comparación con la cirugía.

Un rostro femenino se ve caracterizado por pómulos prominentes, cejas arqueadas, narices más pequeñas con punta elevada y dorso más fino, labios voluminosos y un mentón más estrecho; en comparación con un rostro varonil; el cual se caracteriza por una frente prominente con cejas planas, con un ángulo mandibular más pronunciado y un mentón cuadrado.

Procedimientos estéticos como la infiltración de toxina botulínica, rellenos inyectables, terapia láser y tratamientos tópicos para mejorar la calidad y textura de la piel, son una opción muy válida para lograr estos objetivos. La aplicación de estas técnicas, habitualmente repercuten positivamente en la satisfacción individual de su apariencia, y es una puerta de entrada para obtener los cambios graduales en el camino de su proceso de transición.

Hay que tomar en cuenta si estos individuos se encuentran bajo terapia sustitutiva hormonal, uno de los aspectos más relevantes para adaptar el tratamiento. En el caso de las personas transfemeninas, las hormonas tienen un efecto positivo en el aspecto de la piel, la redistribución de la grasa facial y pérdida del vello facial. Por parte de los individuos transmasculinos; la terapia hormonal ayudara a la aparición de vello facial y en algunos casos se puede ver acompañado de la aparición secundaria de acné.

Cada tratamiento está basado en una valoración individual, donde se contrasta expectativas y se adaptan los tratamientos ofrecidos a sus necesidades.

Si deseamos feminizar el rostro; nos valdremos de la neuromodulación con toxina para mejorar el aspecto de la piel y su luminosidad; cambiar la forma de las cejas, dándoles ese bonito aspecto arqueado. Los rellenos tienen un papel protagónico en suavizar los contornos faciales, donde se aportará volumen a los pómulos, los labios y afinando el mentón, logrando esa forma de corazón invertido. La terapia laser es muy versátil, donde la principal aplicación sera la fotodepilación del vello facial y otra a mencionar, es su aplicación para el rejuvenecimiento cutáneo.

En el caso de la masculinización, lo más importante es mediante rellenos, crear unos ángulos mandibulares y cejas más prominentes, recrear la prominencia de la manzana de Adán y también un mentón amplio y cuadrado. La toxina nos puede ayudar a aplanar las cejas.

Recordar que estos procedimientos son realizados con anestesia tópica para minimizar las molestias, y se realizan de forma ambulatoria. Si se emplea toxina, el seguimiento sería a las 2 semanas. Por parte de los rellenos, interesa esperar a que el producto se asiente a las 3-4 semanas. En las visitas sucesivas se pueden contrastar ideas y se usan estas oportunidades para realizar los retoques que sean necesarios.

Después de los tratamientos se pueden experimentar mínimas molestias y la aparición de algún pequeño hematoma.

Son técnicas reversibles; significando esto que se desaparecerán sus efectos en el tiempo. La gran ventaja de ellos es su rápida aplicación y resultados inmediatos. Cada consulta será de utilidad para comentarle tus dudas al especialista, informarte de los pros y los contras de cada técnica y adaptar el tratamiento a tus expectativas.

Solo queda que nos visites en Kirurgio. Nuestro equipo estará encantado de atenderte.

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