El obispo de Tenerife relaciona la homosexualidad con un pecado mortal
Bernardo Álvarez, obispo de Tenerife, que, ya en 2008, soltó algunas lindezas como: “la persona practica la homosexualidad como puede practicar el abuso de menores” ha vuelto a ser protagonista al relacionar la homosexualidad con un pecado mortal en una televisión canaria.
En una entrevista en Buenas Tardes, Canarias, el obispo respondió a la pregunta de si la homosexualidad es un pecado mortal afirmando que “depende de la persona y de las circunstancias”. “Para que una cosa sea pecado mortal hace falta que la persona sea consciente de que es pecado; segundo, que lo haga libremente y que no esté condicionada por nada, pero que sepa que está mal y a pesar de que sabe que está mal, lo hace libremente”.
“Eso es como la persona que bebe. Cuando toma, hace cualquier disparate y se excusa con que estaba bebido. Lo que hay que hacer es no beber para no hacer lo siguiente, que lo hace sin darse cuenta”. En la misma respuesta sigue ejemplificando sobre eso de “ser consciente de que la homosexualidad es un pecado mortal” con un caso reciente de matricidio, “parece que los estudios psicológicos dicen que la persona no estaba en sus cabales, pues esa persona no era consciente de que lo que estaba haciendo estaba mal”, concluyó en una comparación sorprendente.
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