
¿Qué país que no reconoce los matrimonios igualitarios tiene el récord de apoyo social a las bodas gays?
Cuando decimos que la mentalidad de la sociedad va muy por delante de los políticos y de las leyes no estamos nada equivocados. Hay un país europeo que un 82,6% de la ciudadanía apoya el matrimonio entre personas del mismo sexo, ¿cuál crees que puede ser? Admitimos quinielas ¿no lo sabes?…. Pues es una de las grandes potencias que ahora controlan y dirigen la política en la Unión Europea: Alemania.
Y es que el país teutón tiene ahora mismo el nivel más alto de apoyo al matrimonio entre personas del mismo sexo que cualquier otro país que se haya registrado antes de que se aprobar la ley. Pero el gobierno de coalición conservadora cristianodemócratas con los socialdemócratas (más progresistas) sigue sin poder legislarse.
Ha sido la Autoridad Anti-Discriminación (AdS) del país el organismo que ayer reveló un nuevo estudio oficial que, además, está patrocinado por el mismo Estado, sobre la postura de los alemanes hacia las personas gays, lesbianas y bisexuales. Un estudio que, por cierto, discrimina a las personas trans porque no aparece por ningún lado las opiniones de la sociedad sobre este colectivo.
Y no sólo eso: el 75,8% de las personas apoyan un derecho igualitario a la adopción, mientras que el 67,4% quiere que las parejas del mismo sexo reciban el mismo apoyo que las parejas heterosexuales cuando se trata de la Fecundación In Vitro (FIV).
La homofobia está en retroceso en Alemania, sólo el 9,7% de los encuestados piensa que la homosexualidad era “inmoral”, aunque el 18,3% estaba de acuerdo con que era “antinatural”.
Cuando a los encuestados se les pregunta si las personas LGB deberían “dejar de hacer tanto alboroto sobre su sexualidad”, el 43,6% estuvo de acuerdo, mientras que el 26,2% afirmó que las discusiones sobre la homosexualidad toman demasiado tiempo en los medios de comunicación. Casi el mismo número de personas – el 26,5% – que dijo que querían el menor contacto posible con temas sobre homosexualidad.
Al mismo tiempo, la aceptación de las personas homosexuales está creciendo: sólo el 11,8% dijo que se sentiría incómodo con una colega que fuese lesbiana y el 12,6% dijo lo mismo acerca de un colega gay. En ambos casos, más del 45% de los encuestados dijeron que no les importaba la sexualidad de amigos y compañeros de trabajo.
En cuanto al ámbito de la familia los números cambian: Cerca del 20% dijo que estaría incómodo si la profesora de la guardería de su hijo fuese lesbiana y el 24.1% dijo iguales sobre que su hijo fuera educado por un gay. Pero la postura más negativa, de lejos, se expresó cuando se preguntaba a los encuestados sobre la orientación de sus hijos: Casi el 40% dijo que se sentiría incómodo si su hija (39,8%) o su hijo (40,8%) fuesen homosexuales.
Está claro que entre las consecuencias internacionales asociadas a la abrumadora victoria del ‘sí’ en el referéndum irlandés sobre el matrimonio gay celebrado en mayo de 2015, figuró el nuevo empuje a favor de los derechos del colectivo homosexual en Alemania. En el país de Angela Merkel, aunque las parejas del mismo sexo puedan acogerse a una figura legal que oficializa su vida en común, la Eingetragene Lebenspartnerschaft –“unión civil”–, los homosexuales no pueden contraer matrimonio.
Animado por el ‘sí’ en Irlanda, el Bundesrat (la Cámara Alta alemana) aprobó en junio de 2015 una resolución a favor del reconocimiento del matrimonio homosexual y de los derechos de adopción para las parejas homosexuales. En la votación del Bundesrat, hubo 40 votos a favor de 69 posibles.
Maria Luise Dreyer, primera ministra socialdemócrata del Land de Renania-Palatinado, en el suroeste germano, se ha referido al matrimonio para todos como “una idea poderosa a la que le ha llegado la hora”. Sus colegas en el Ejecutivo del Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD) pueden pensar lo mismo. Pero, según Heiko Maas, ministro de Justicia germano y miembro del SPD, “aún no hemos alcanzado el objetivo” que sería aprobar una ley que igualara las uniones de homosexuales con las de heterosexuales. Es lo que se llama estar “prisioneros en la gran coalición”. El SPD gobierna en coalición con la conservadora Unión Cristiano Demócrata (CDU) que lidera Angela Merkel. La cuestión del matrimonio homosexual no está incluida en el documento acordado por CDU y SPD tras las últimas elecciones generales.

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