Más de la mitad del alumnado LGTBI+ sufre acoso en el instituto: ¿seguimos mirando hacia otro lado?

Un nuevo informe de la Federación Estatal LGTBI+ junto con la Universidad de Salamanca lo deja claro: la diversidad sigue sin tener sitio seguro en las aulas. Más de la mitad del alumnado LGTBI+ confiesa haber vivido acoso, burlas o trato vejatorio en secundaria. Las cifras son preocupantes:

• El 40 % de jóvenes entre 18 y 24 años asegura que no pudo ser quien era en clase.

• 1 de cada 5 incidentes de odio hacia el colectivo se da en centros educativos.

• Apenas un 25 % se atreve a ser visible en el instituto (y en la universidad, todavía menos).

Sí, los datos duelen. Y lo peor es que no son nuevos: llevamos años escuchándolos.

Pero, ¿qué falla en los institutos?

Aunque en casi todas las comunidades autónomas hay leyes y protocolos para proteger al alumnado, en la práctica se aplican poco y mal.

• Profesorado sin formación real en diversidad.

• Protocolos que existen solo en papel.

• Mucho depende del centro, de la dirección o incluso de la buena voluntad de una persona concreta.

En regiones como Murcia o Madrid, la situación empeora: falta voluntad política y retrocesos que dejan al alumnado más expuesto.

¿Qué necesitamos?

• Planes de educación inclusiva en todos los cursos y para todo el alumnado.

• Protocolos contra el acoso que realmente funcionen.

• Formación para profes y familias que vaya más allá de los clichés.

• Centros donde las personas LGTBI+ puedan estar tranquilas, sin miedo, sin esconderse.

La pregunta incómoda sería: si un adolescente no puede ser él o ella misma en su instituto, ¿qué precio está pagando en autoestima, rendimiento o salud mental?

Porque la diversidad no es un “extra” ni un “tema de expertos”: está en cada clase, en cada patio y en cada conversación. Lo que pide este informe no es nada del otro mundo: simplemente que la escuela sea un espacio seguro para todes.